Este es el último post sobre la Semana Santa madrileña del 2011. Como hemos podido comprobar, ha sido una semana de lluvia donde la mayoría de las procesiones tuvieron que ser suspendidas. De las once procesiones que había programadas, solo pudieron salir cinco a las calles de Madrid. Un año en el que no se salvaron tampoco muchas de las procesiones de toda España, incluida la "madrugá" sevillana.
Abría la Semana Santa madrileña la
procesión del Cristo de la Fe y del Perdón, acompañado por María Santísima Inmaculada Madre de la Iglesia, que pudieron salir de la
Basílica Pontificia de San Miguel el Domingo de Ramos en una tarde primaveral y con cielos despejados.
La siguiente procesión y primera en ser suspendida por la lluvia fue la de Nuestro Padre Jesús de la Salud "Los Gitanos", el Miercoles Santo, que tuvo que permanecer en el templo que ocupan las imágenes temporalmente en la iglesia de
Nuestra Señora del Carmen y San Luis Obispo, mientras acaban las obras de restauración de
San Jerónimo el Real.
El Jueves Santo, dos de las procesiones con más devoción en Madrid suspendían su salida y se quedaban en sus templos: Jesús del Gran Poder y la Esperanza Macarena en la
Colegiata de San Isidro, y la de Jesús el Pobre y María Santísima del Dulce Nombre en la iglesia de
San Pedro el Viejo.
En un recorrido corto y en un gesto poco responsable por parte de la Cofradía, salió el Divino Cautivo, una talla de gran valor artístico y de gran belleza de Mariano Benlliure que no debería exponerse a que pudiera deteriorarse por falta de responsabilidad. Esta imagen es la única que sale en procesión dos veces durante la Semana Santa en Madrid, aunque en esta ocasión, la procesión que tendría lugar el Viernes, fue suspendida.
El Viernes Santo, día grande de la Semana Santa, fue el día que se quedó sin salir la imagen que más devotos concentra en las calles de Madrid, Jesús de Medinaceli. La
Basílica de Jesús de Medinaceli organizó un besapies para que el pueblo pudiera estar cerca de la talla dentro del templo. Este mismo día se suspendían las procesiones de María Santísima de los Siete Dolores y la procesión del Silencio, quedándose las imágenes del Santísimo Cristo de la Fe y Nuestra Señora de los Dolores (única imagen llevada por mujeres) en su templo. Aunque no obstante, sí desafiaron a la lluvia dos pasos: el del Cristo de los Alabarderos, que salió desde el
Palacio Real hasta su sede en la
iglesia catedral castrense y que tuvo como invitada sorpresa a la infanta Elena que acudió al Palacio, y el Santo Entierro, desde la iglesia de
Santa Cruz, que tuvo como invitado de excepción a Pitingo, que cantó una saeta desde un balcón del Teatro Calderón. La imagen de Nuestra Señora de la Paz que le acompaña siempre, se quedó en el templo para salvaguardarla en caso de lluvia.
El Sábado Santo tiene dos procesiones, una fue también suspendida, la de la Dolorosa, que hubiera salido de la Basílica de Jesús de Medinaceli. Sin embargo la procesión que cierra la Semana Santa, tuvo la misma suerte que la procesión que la abría, y
Nuestra Señora de la Soledad y Desamparo junto al Cristo del Santo Sepulcro, pudieron salir en procesión desde la
iglesia de San Ginés y el
Monasterio de la Encarnación, poniendo fin a la Semana Santa de Madrid del 2011.
Esperemos que el año que viene tengamos mejor tiempo y todos los pasos pueda salir de nuevo a las calles de Madrid. En Viendo Madrid estaremos para contarlo.
Hasta entonces.