viernes, 2 de marzo de 2012

Basílica de Jesús de Medinaceli



Ningún día mejor que hoy, primer viernes de marzo, para presentar este artículo sobre la basílica de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli, en la que los fieles llevan más de diez días esperando en la calle para entrar a besar los pies a Jesús de Medinaceli y pedirle tres deseos, de los que se concederá uno, como manda la tradición. Este año el deseo que ganará el ranking será sin duda "trabajo".

La basílica ocupa el solar donde estuvo el convento de los trinitarios descalzos de Nuestra Señora de la Encarnación y fue fundado el 7 de abril de 1606 por Francisco Gómez de Sandoval, Duque de Lerma. Años más tarde se hizo con su patronato el duque de Medinaceli. El edificio fue destruido en la guerra de la independencia y en la época de Fernando VII, se procedió a su reedificación. En 1836, antes de estar acabado, llegó la desamortización de Mendizabal y el edificio quedó abandonado y en 1843 fue devuelto al duque de Medinaceli. El duque a su vez, lo donó a las monjas del Caballero de Gracia. En 1890 se demolió el convento de San Antonio del Prado, del que el patronato también corría a cargo del duque, y el convento de Jesús, pasó a albergar a los Capuchinos de Castilla del demolido convento, que lo regentan desde entonces hasta nuestros días. En 1922, por amenaza de ruina, el convento fue derruido de nuevo y se empezó a levantar un nuevo templo en el mismo lugar en 1927, por el arquitecto Jesús Carrasco-Muñóz. En 1930 la iglesia fue consagrada por el obispo de Madrid, Leopoldo Eijo Garay. En 1973, el templo, fue elevado a Basílica menor por el Papa Pablo VI. En esta iglesia se venera una de las imágenes más populares y famosas. Por supuesto, la más venerada de Madrid, y posiblemente una de las que más se venera en toda la cristiandad.


Imagen de Jesús de Medinaceli



Imagen de Jesús de Medinaceli
La talla de la imagen no se sabe a ciencia cierta el autor, pero posiblemente sea de la escuela del sevillano Juan de Mesa. Uno de sus discípulos, Luis de la Peña o Francisco de Ocampo, serían los posibles autores.
Fue tallada en el siglo XVII por encargo de la comunidad de los Padres Capuchinos de Sevilla, para llevarla a Mámora, en el norte de África, para culto de los soldados españoles, llamada por ellos la plaza de San Miguel de Ultramar. Pero el 30 de abril de 1681, Mámora cayó en manos del ejército del rey Muley Ismael. Todos los prisioneros, los Capuchinos y la imagen, fueron trasladados a Mequínez, a 60 kilómetros de Fez. Allí, y por orden expresa del rey Muley, la imagen fue arrastrada por las calles, en señal del odio que sentía el rey por la religión cristiana e incluso algunos historiadores aseguran que después fue arrojada la talla a los leones.
En un basurero de estiércol, la imagen fue encontrada por fray Pedro de los Ángeles, que se presentó ante el rey arriesgando su vida. Solicitó un rescate por la imagen, como si se tratara de un ser humano, a lo que el rey accedió, no antes de advertirle que de no conseguir el dinero para el rescate, sería quemado vivo junto a la imagen. Convencieron al rey para que tasara el rescate de la imagen, pagando su peso en monedas de oro. Los frailes solo tenían 30 monedas, que fueron las necesarias para que la balanza se equilibrara. La operación se repitió en numerosas ocasiones y en distintas balanzas, pero siempre se equilibró con las 30 monedas. El rey había dado su palabra, y el rescate se hizo efectivo. La imagen fue llevada a Madrid, donde fue recibida en una procesión a la que asistió la nobleza, todo el pueblo y la Casa Real, y se le hizo una capilla, que fue donada por el duque de Medinaceli, anexa al convento de los Padres Trinitarios Descalzos. En la época de José Bonaparte, la imagen pasó por varias iglesias de Madrid en el afán de salvar la talla, y una vez que volvió a su capilla, unos años después, hubo un nuevo peregrinar de la imagen, en la desamortización de Mendizabal de 1836. Después de estar diez años en la iglesia de San Sebastián, el duque de Medinaceli, una vez más, pudo conseguir que la imagen volviera a los Trinitarios Descalzos, que en en ese momento lo regentaban las monjas del Caballero de Gracia. Pero tendría que llegar la guerra del 36, para que la imagen volviera a salir de su capilla y comenzar a viajar otra vez. La imagen se escondió para que no se destruyera en una caja de madera tapada con sábanas, y una vez descubierta fue trasladada a Valencia, después a Barcelona y luego a Ginebra. Una vez acabada la guerra, la imagen fue devuelta de nuevo a Madrid, en donde por segunda vez en la capital, se esperó a la talla con gran espectación. En esta ocasión llegó en tren a Pozuelo de Alarcón, donde fue recibida con honores militares y llevada momentáneamente al monasterio de la Encarnación. Por fin el 14 de Mayo de 1939, la imagen fue llevada en procesión hasta su nuevo templo, en donde sigue descansando hoy en día.


Vista del camarín que cobija la talla



Cada viernes se recuerda la muerte y pasión de Cristo, y desde el principio se pudo comprobar que los madrileños asistían en mayor número ese día, a venerar la imagen. Pero es el primer viernes de marzo, cuando realmente ha llegado la tradición de asistir en masa hasta su templo. Cerca de medio millón de personas, acuden ese día a besar los pies de Jesús Nazareno en el templo. Muchos días antes, ya se encuentran muchas personas guardando cola para poder entrar de los primeros al templo. Allí pasan los días, las noches, comen, beben y duermen para demostrar su fe por la imagen. La tradición, que realmente no sabemos muy bien porqué, dice también que hay que pedir tres deseos, de los que se concederá solo uno. La imagen devuelve el favor a los madrileños, y sale en procesión el viernes santo por las calles de Madrid, en donde un millón de personas acuden a verle. Es extraño, pero nadie sabe el verdadero motivo de la masiva visita en los primeros viernes de marzo y el porqué de los tres deseos.
Aunque le conocemos con pelo natural, la imagen tiene debajo tallada, una larga cabellera. La imagen es de talla completa, con una magnífica policromía sin que le falte ningún detalle.






Basílica de los Capuchinos
En el lado izquierdo del crucero, se encuentra la Capilla de la Inmaculada, que contiene un retablo de madera policromada, obra de Tomás Parés Pérez. En el centro del retablo, una imagen de la Inmaculada con cabeza, manos y pies de madera, y el resto de tela encartonada. Una imagen de gran belleza, de autor desconocido, que procede del desaparecido convento de San Antonio del Prado. A cada lado, dos tallas que representan a los arcángeles San Miguel y San Rafaél.

La fachada de la iglesia, es neo-barroca, rematada con un frontón y cruz. En el centro de la fachada, una ventana que cobija una vidriera de la Casa Maumejeán, de siete metros de alto por 5 de ancho, que representa escenas del Nazareno. La Basílica es relativamente moderna, por lo que no podemos destacar grandes obras de arte en su interior. Pero comentemos una preciosa imagen de San Antonio de Padua, obra de Benlliure. La imagen de Nuestra Señora de la Divina Providencia, es obra de Mariano Bellver.


Vista de la fachada








San Antonio de Padua, obra de Benlliure




Capilla de la Inmaculada




Nuestra Señora de la Divina Providencia, obra de Mariano Bellver



En su interior, en la parte alta del presbiterio, un grandioso arco triunfal de medio punto, cobija un camarín que guarda la talla. Para poder subir hasta la imagen, existen dos escalinatas de escaleras que suben a ambos lados del presbiterio. La imagen está alojada entre cuatro columnas corintias que soportan un templete greco-romano.
Existe una capilla donde están enterrados en sarcófagos de mármol, los duques de Medinaceli, de los que gracias a su devoción y donación de este templo y capillas anteriores, le fue puesto el nombre a la iglesia y la talla, que se llamarán para siempre "de Medinaceli".


Interior de la iglesia con la imagen en lo alto del presbiterio



miércoles, 29 de febrero de 2012

Iglesia del convento de las Comendadoras



La iglesia de Santiago el Mayor pertenece al convento de religiosas de la Orden Militar de Santiago, que fue fundando por Felipe IV en 1584 en unas casas que había dejado para tal efecto, el Caballero de la Orden de Santiago y Presidente del Consejo de las Órdenes Militares, don Ínigo Zapata de Cárdenas y su mujer doña Isabel de Avellaneda, pero no fue hasta 1650 cuando se trasladaron unas religiosas desde el convento de Santa Cruz de Valladolid al inmueble, y diecisiete años más tarde comenzarían las obras de la iglesia. Ya había muerto Felipe IV y fue por mandato de su viuda, Mariana de Austria, cuando se empezó a construir el edificio en 1667 bajo el proyecto de los arquitectos Manuel y José del Olmo.





La iglesia tiene planta de cruz griega con los extremos en forma de semicírculo, destacando en el centro una hermosa cúpula con tambor sobre pechinas. La fachada tiene un pórtico de entrada que está formada por tres arcos de medio punto, al estilo de la iglesia del convento de la Encarnación, flanqueado por dos torres con chapiteles. En la parte superior, por encima de las ventanas y entre las dos torres, se encuentra una hornacina con una escultura de Santiago Matamoros.














El interior del templo se encuentra actualmente en obras y no vamos a describir su contenido hasta que acabe la restauración que se está ejecutando en la actualidad. Sí diremos que en el altar mayor se encontrará un cuadro que representa a Santiago Matamoros en la batalla de Clavijo, realizado por Lucas Jordán, y que ha sido recientemente restaurado, al igual que muchas de las estancias del convento.










Santiago Apóstol en la batalla de Clavijo, de Lucas Jordán





Aspecto actual del interior del templo mientras se realizan las obras de restauración.




Aspecto actual de la cúpula mientras se realizan las obras de restauración




En 1745 por encargo de otro rey, Fernando VI, se construye la Sacristía de los Caballeros, la capilla de la Fuente, el transparente, el tránsito y locutorio del convento, el patio y otras capillas, realizadas por el arquitecto Francisco de Moradillo. Con esta intervención se resuelve en planta la distribución de las dependencias contiguas a la iglesia, adecuándolas a las necesidades de la liturgia propia de la Orden de Santiago y creando los deambulatorios requeridos por el ceremonial, cuya resolución no estaba contemplada en el proyecto original de los hermanos del Olmo.


Sacristía de los Caballeros



Pero dejemos la sacristía, a la que dedicaremos nuestro próximo artículo en este blog, y sigamos con el convento.






En 1774, por mandato en ésta ocasión del rey Carlos III, se inician las obras de construcción del resto del convento, que hasta ese momento no dejaba de ser un conjunto de casas alrededor de la iglesia. Fue el arquitecto Francisco Sabatini el que da el aspecto actual que conocemos, unificando toda la manzana que ocupa el convento.


vista de todo el conjunto del convento de las Comendadoras




Vista del convento desde la plaza de las Comendadoras




vista del convento desde la calle de Montserrat, esquina con la calle Quiñones




vista del convento desde la calle del Acuerdo




Comparativa de antes de las obras y en la actualidad, donde podemos ver ya la cúpula restaurada








Vista de la cúpula desde la plaza de las Comendadoras antes de las obras y en la actualidad






Volveré a actualizar este artículo cuando acaben las obras de rehabilitación y analizaremos el contenido del interior del templo como es costumbre en este blog.


Artículo relacionado:

La cúpula de las Comendadoras resplandece de nuevo

domingo, 26 de febrero de 2012

Las Vegas en Madrid?... apueste.



Madrid o Barcelona?
El proyecto EuroVegas no tiene todavía ubicación asegurada en nuestro país. Sheldon Adelson, uno de los hombres más ricos del planeta, el decimosexto exactamente, tiene claro que hará negocio aquí, pero sin decir todavía donde. Un proyecto que parece dar 260.000 puestos de trabajo, siempre y cuando el gobierno le deje saltarse a la torera ciertas leyes. Por ejemplo, como condiciones pide que dejen entrar a los niños (no a jugar claro), que se pueda fumar, que los empleados estén exentos de pagar la seguridad social durante dos años, vamos, que Adelson ha dicho que hará negocio en España, pero con unas ciertas exigencias y condiciones que no serán del agrado de todos. Difícil decisión.
Luego viene la disputa entre Madrid y Cataluña, aunque la capital juega con ventaja, e incluso Esperanza Aguirre ha tenido más de cinco reuniones ya con el magnate, pero no olvidemos que Cataluña tiene una baza que no tiene Madrid, el mar, por donde pasan cruceros con miles de turistas. Más de 17.000 millones de euros será la inversión para este paraíso del juego que todavía no tiene parcela fija y que en un país con tantos parados es caldo de cultivo. Casinos, hoteles, congresos y exposiciones, espectáculos y atracciones, centros de golf, restaurantes, teatros y zonas deportivas. Solamente en Las Vegas del desierto de Nevada pasaron el año pasado más de 39 millones de visitantes y no creo que sea problema para un país que está acostumbrado al juego, como España. Loterías, Once, Bonolotos, bingos, casinos, programas de concursos televisivos, vamos, que nadie a estas alturas creo que le pondrá pegas porque se quiera construir un lugar de ocio y juego tipo Las Vegas y no creo que se escandalice nadie. El problema lo tienen los cinco ministerios a los que les salpica el tema y aunque Esperanza Aguirre lo tiene muy claro, las vistas al mar de los catalanes podría cambiarle todos sus planes. Luego están lo que dicen que el verdadero negocio de Las Vegas son las chicas de compañía que se esconden tras los hoteles, el blanqueo de dinero negro, especulación, destrucción ambiental, ludopatías, prostitución y mafias. Por cierto, yo he estado en Las Vegas, estuve en un precioso hotel, comí en varios restaurantes, vi espectáculos y me divertí en salas de fiesta, visité el cañón del colorado y jugué unas monedas a la ruleta, pero sinceramente no he visto nada de todo eso que dicen, eso sí, todas las noches me preguntaba cuanto pagarían de luz. En fin, que aquí si que hay para todos los gustos y diversidad de opiniones. Pero... quién es el guapo que se atreve a decir NO a un pastel como éste?. Estamos negando el negocio antes de tenerlo sin pensar lo que significaría para nuestro país una inversión de esas características?, estamos en condiciones de negar todos esos puestos de trabajo estando como está el país en estos momentos?, y si no queremos, nos arrepentiremos cuando veamos que se construye en otro país europeo?, es el momento de decidir antes de que sea tarde, pero eso sí, pensando en lo que se hace desde luego. Qué opiniones tenéis al respecto?...

viernes, 24 de febrero de 2012

Fuente de la Alcochofa



La Fuente de la Alcachofa se encuentra en el Parque del Retiro de Madrid, en la Plaza de la República de Honduras, junto al estanque grande.
Fue un proyecto de Ventura Rodríguez en 1776 y lo realizaron Alfonso Giraldo Bergáz, Antonio Primo y José Rodríguez, entre 1781 y 1782. El proyecto formaba parte de la reestructuración del Salón del Prado, en la que Ventura Rodríguez diseñó varias Fuentes monumentales para la ciudad de Madrid. En un principio estuvo ubicada en la Glorieta de Atocha, en la esquina con el final del Real Jardín Botánico y la Cuesta de Moyano, hasta que en 1880 fue trasladada a los jardines del Retiro.

La fuente que tiene un pilón central del que sobresale una columna sobre pedestal, consta de dos cuerpos, el primero, el construido por Bergáz, trata de un tritón y una sirena sujetando un escudo de armas de Madrid y en la parte de atrás un relieve representando el Otoño.




En el segundo cuerpo, realizado por Primo, sobre una taza, varios amorcillos, niños o angelitos (como os guste más), que sujetan otra taza más pequeña a modo de parapeto relleno de hojas, del que emerge una alcachofa. Todo está construido con piedra caliza, menos la alcachofa que corona el monumento y que le da nombre, que es de granito.




Comentar que en la reforma urbanística que se hizo en la Glorieta de Carlos V, conocida popularmente como la Glorieta de Atocha, se colocó una réplica de la fuente realizada en bronce.