La Real Caballeriza Regalada, se encontraba entre la "calle Nueva que va al Palacio", o lo que es igual, más tarde calle Bailén, y por el otro lado "el Camino que sube al Palacio Nuevo", más tarde Paseo de San Vicente. Fue un enorme edificio que constituía un verdadero pueblo, con patios extensos, plazas, galerías o cuadras, fuentes de agua potable, farmacia y botiquín, cocheras y habitaciones para quinientos empleados, y una pequeña capilla dedicada a San Antonio Abad.
El antiguo Alcázar ya tuvo sus propias caballerizas reales, que se encontraban justo en el extremo opuesto de las del
Palacio Real. Fueron construidas entre 1556 y 1564 a instancias de Felipe II por Gaspar de la Vega y se encontraban entre la Plaza de la Armería y la Cuesta de la Vega, y desaparecieron con el incendio del Alcázar en 1734. En 1894 se derribó lo que quedaba de edificio y en su lugar se construyó la
Cripta de la Almudena y más tarde la
Catedral.
Las nuevas caballerizas las encargó Carlos III al arquitecto Francisco Sabatini y se construyeron entre 1782 y 1789. Era tal la magnitud de esta construcción, que sus muros rebasaban en longitud con creces los del Palacio. En 1830 se levanta el "Cocherón", una gran construcción rectangular destinada a cocheras de la Real Caballeriza, que podía albergar hasta 100 coches.
vista de las Caballerizas desde la Plaza de España
otra vista, en esta ocasión desde el lado contrario en la Plaza de Oriente
Durante la Segunda República se decide derribar el edificio y en 1934 el derribo estaba concluido para devolver la idea original del proyecto del Palacio y construir los jardines originales que ideó Sacchetti.
las Caballerizas durante su derribo
Imágenes aéreas de las Caballerizas. En la primera podemos ver muchas cosas interesantes aparte de las Caballerizas: El Cuartel de San Gil en lo que luego se instalará el
Templo de Debod, las casas que se derribarían para la Gran Vía,
la Plaza España, el espacio que ocupará la
iglesia de Santa Teresa y San José, la
casa Gallardo y la Compañía Asturiana de Minas, las casas que existían en lo que luego se convertiría en los solares de el
Edificio España y la
Torre de Madrid. Mirando con atención, se pueden ver muchos más detalles.
Fuente de las fotos: Urbanity