domingo, 10 de octubre de 2010

Iglesia de San Jerónimo el Real (Los Jerónimos)



La iglesia de San Jerónimo el Real, es conocida por los madrileños, como Los Jerónimos. Se encuentra a espaldas del Museo del Prado y es una de las iglesias con más historia de la capital.
Se encuentra en un barrio donde antaño se encontraban, la huerta de San Juan, el palacio del Buen Retiro con sus jardines, la huerta de los Jerónimos, los airosos pinos y los olmos añosos. Un barrio donde al paseante, viendo sus monumentos y palacios, le vendrán a la memoria gloriosos tiempos de la villa.
Allá por 1460, fue fundado el monasterio de los Jerónimos, que gozó del favor y fervor real. Fue Enrique IV, quién mandó edificar la fundación religiosa, junto al Manzanares y camino del Pardo. Quería el rey, que se acogiera a la advocación de Nuestra Señora del Paso, en memoria de la defensa que de un paso de armas hiciera su valido Beltrán de la Cueva, y como se adjudicó a la Orden de San Jerónimo, pasó a llamarse, San Jerónimo del Paso. En 1465 el rey comunica que el monasterio cambie de nombre y se llame San Jerónimo el Real de Madrid.



En 1501, por mandato de los Reyes Católicos y con licencia del Papa, se acuerda el traslado del monasterio a otro lugar, dejando una capilla para recuerdo. Los frailes se habían quejado continuamente de las malas condiciones de salubridad del convento edificado a orillas del río, consiguiendo que la reina Isabel, les ayudara a disponer de un lugar más saludable, quitándose así de las jaurías de mosquitos y otros bichos que invadían esas orillas. Pronto quedó acabada la nueva obra en el lugar en el que ha llegado hasta nosotros, el Prado viejo. A partir de ese momento, se conocería el Prado, como de San Jerónimo. El monasterio debió de ser del estilo de San Juan de los Reyes de Toledo, aunque mucho más modesto. El templo se construyó con los mismos materiales del antiguo, del que fueron llevando los frailes piedra a piedra desde el Manzanares, hasta su nuevo emplazamiento. No se sabe a ciencia cierta, pero muchos atribuyen las obras del edificio al arquitecto Enrique Egeas.
El monasterio contaba con dos claustros. Uno que databa de 1460, plateresco, año de su primera construcción y del que no queda nada, y otro más reciente, renacentista, del que se conserva parte de sus ruinas, reconstruidas en la actualidad, dentro del Cubo de Moneo, lugar donde se encontraba el claustro. Este monasterio siempre gozó de la protección de los reyes, que incluso tenían habitaciones construidas al lado del convento, retiro para la oración y la meditación, refugio para las desgracias familiares y escenario para las grandes solemnidades de la monarquía. Se llamaba el Cuarto Viejo o Cuarto Real, y más tarde sería ampliado con una casa de aves extrañas que llamaron El Gallinero, unos jardines, un estanque, y poco a poco, con otros aposentos, otras edificaciones, y más jardines y fuentes, se fue convirtiendo en el palacio del Buen Retiro, pero de esto ya hablaremos en otro momento. Sigamos con nuestro monasterio...
En este Monasterio se reunieron las Cortes, se celebró la jura del príncipe de Asturias, que luego reinaría como Felipe II, una jura que se repetiría con todos los príncipes de Asturias, siendo la última la protagonizada por Isabel II en 1833.

El monasterio también fue ocupado por las tropas de Napoleón Bonaparte, el que sirvió como parque de Artillería. Los invasores destruyeron la magnífica portada gótica que estaba adornada con estatuas de reyes, destrozaron el retablo, que era un regalo de del rey Felipe II y arruinaron los claustros. El templo fue restaurado por los frailes, pero los claustros no corrieron la misma suerte, y de los dos existentes, solo permaneció uno que sufrió un grandísimo deterioro a lo largo de todo el siglo XIX.
El monasterio fue construido en estilo gótico tardío con influencias renacentistas, y gótico isabelino, pero a lo largo de los siglos y de sus sucesivas restauraciones, el edificio está tan tocado, que difícilmente queda nada de aquél momento.
Francisco de Asís, consorte de Isabel II, ordena a Narciso Pascual y colomer, la restauración de la iglesia, momento en que se construyeron las dos torres de la cabecera del templo que se encuentran en el ábside. Posteriormente, en 1878, el templo se cede y pasa al Arzobispado, haciéndose una nueva restauración y remodelación, por el arquitecto, Enrique María Repullés y Vargas, y le dotarán de su aspecto actual, donde el interior se remodeló totalmente, eliminándose las tribunas del siglo XVI. En 1906, se construye la gran escalinata en la puerta principal, para la celebración de la boda del rey Alfonso XIII y Victoria Eugenia.


Los Jerónimos en 1929, aquí podemos ver el claustro renacentista que en la actualidad se encuentra dentro del Cubo de Moneo, hasta su restauración y su integración con este edificio en la ampliación del Museo del Prado, el claustro permaneció ruinoso tal y como le vemos en la foto



Lástima que para un templo gótico que teníamos en Madrid, con tanta destrucción y restauración, haya llegado hasta nosotros con una mezcla de estilos sin definir. Menos mal que por lo menos, las restauraciones se hicieron en estilo neo-gótico y aunque muy tocada y reinventada, nos podemos hacer una pequeña idea de como era en sus orígenes.


Vista actual de los Jerónimos recién restaurado el exterior



En el exterior hay que destacar el gran buque de ladrillo, que forma la iglesia. Aunque el origen se gótico, lo que vemos en la actualidad, es en su mayor parte del siglo XIX. También de ésta época son las dos torres que enmarcan la capilla mayor, las cuales se encuentran realizadas a imitación de las formas góticas, y que actualmente forman parte de la estampa de Madrid. En los laterales podemos observar los arbotantes y contrafuertes rematados con pináculos decorados con florones. Todo el conjunto está rematado por crestería que recorre la estructura del edificio, rematando la fachada y gran parte de los laterales.












La portada es obra de Ponciano Ponzano, el autor del tímpano de las Cortes, ejecutado según modelos góticos del siglo XIX. Delante hay una interesante reja fundida en París. La portada, cubierta por un atrio, está formada por un gran arco campanel, rematado en la parte superior por el Calvario. A los lados escudos de la Casa Real Española. En el centro hay un gran relieve de la Natividad o Nacimiento de la Virgen. En las jambas, cobijadas por doseletes, hay esculturas de San Fernando y San Francisco de Asís en un lado y Santa Isabel de Hungría y San Jerónimo en el otro.


portada de la fachada con el atrio donde comienza la escalinata







El bajorrelieve de la portada, obra de Ponciano Ponzano








Interior del templo



interior del templo






La iglesia está constituida por una sola nave, con crucero, ábside y coro alto a los pies. Todo el edificio se cubre por medio de una bóveda gótica de crucería, formada por terceletes. Esto es lo único de la fábrica gótica que queda en la actualidad. Los triforios o tribunas que recorren la parte superior de las capillas, son el fruto de la restauración del siglo XIX, realizada por Enrique María de Repullés. Las capillas son cinco a cada lado.

En el interior hay que destacar la gran nave de la iglesia, con capillas a los lados y tribunas sobre las mismas.


bóveda con nervaturas góticas



vista desde el presbiterio hacia el coro



La capilla mayor está ocupada por un gran retablo realizado en el siglo XIX por José Mendes, mandado hacer por Francisco de Asís Borbón. Es de estilo romántico, aunque imitando modelos góticos. En la calle central, de las tres que tiene el retablo, se halla el titular, San Jerónimo, sentado sobre su león emblemático. Sobre él se encuentra la Inmaculada, siguiendo la tipología apocalíptica, y como remate está el grupo de la Santísima Trinidad. En las calles laterales se encuentran en el primer piso, las Santas Paula y Eustoquia, compañeras de San Jerónimo. En el segundo cuerpo están San Isidro, como Patrón de Madrid, y San Agustín, cuya regla siguieron los jerónimos. Por último, en el cuerpo final, están San Dámaso papa, considerado como madrileño, y Santiago el Mayor como peregrino, patrón de España. En la parte superior del retablo hay una vidriera con la Coronación de la Virgen, realizada, como las demás que hay en el ábside, crucero y zona del Evangelio, por Jean B. Anglade, ejecutadas en París en 1881. En las ventanas laterales hay vidrieras con escudos reales. A los lados del retablo hay dos esculturas cobijadas por doseletes, de los Sagrados Corazones de Jesús y María, obras de principios del siglo XX, de talleres catalanes.




retablo: Tablas del retablo pintadas por José Méndez, inspiradas en viejos retablos del siglo XIX




El Santo Cristo de las Penas y Buena Muerte, es una soberbia talla de Juan Pascual de Mena, del siglo XVIII, procedente de derribado templo de Santa Cruz (del que hablaremos en breve en otro artículo).

Cristo de la buena muerte, obra de Juan Pascual de Mena. Talla que se va a restaurar en breve
talla del Cristo de la buena muerte, obra de Juan Pascual de Mena







Una imagen de San José, me llamó la atención. Yo enseguida dí por sentado que su autoría sería de Luis Salvador Carmona, así que me presenté en el templo y hablé con el párroco. Me contó que se había restaurado recientemente y que los especialistas del taller, veían muy posible la autoría de Carmona, con un porcentaje bastante alto, pero que no tenía firma. Yo estoy seguro que la talla es de Carmona, y así lo expongo, bajo mi responsabilidad, claro.


imagen de San José, probablemente obra de Luis Salvador Carmona







En el hastial del lado del Evangelio, nos encontramos con un gigantesco cuadro del siglo XIX, con la Última Comunión de San Jerónimo, pintado por Rafaél Tejeo, por encargo del rey consorte, Francisco de Asís, destinado para servir como altar mayor. Está inspirado por el cuadro del mismo tema, pintado por el Domenichino, en el XVII, ahora en los MuseosVaticanos, pero en un principio para la Basílica de San Pedro.
Posiblemente, sea el mayor lienzo de todos los templos en toda la comunidad de Madrid, "la última comunión de San Jerónimo", tiene nueve metros por cuatro. En esta foto podemos ver al fondo, el Cristo de la buena muerte.



Lienzo de la última comunión de San Jerónimo









Barandal del coro, posiblemente sea todavía el original gótico





vista del presbiterio y el ábside



bonitos relieves góticos en las puertas



púlpito del templo, del siglo XIX



La primera capilla del lado de la epístola a los pies de la iglesia, es la del Duque de la Torre. Se denomina así por encontrarse allí su cenotafio, obra de Mariano Benlliure. Actualmente es la capilla de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de las Angustias, aunque esta Cofradía es conocida popularmente como "Los Gitanos". Esta cofradía es filial de la que existe en Sevilla con los mismos titulares y que fue fundada en 1753. La madrileña fue creada en 1995, aunque se constituyó como tal al año siguiente, siempre con el deseo de encuadrar en ella el colectivo gitano. En un principio se pensó su ubicación en la iglesia de San Martín, encontrando luego sede en el templo de los Jerónimos. Las esculturas que venera son copias de las existentes en Sevilla, realizadas por Ángel Rengel en 1998, actualmente sólo procesiona la imagen de Jesús de la Salud. Entre ambos titulares se encuentra la efigie del Niño Jesús con el hábito de la cofradía.
En la actualidad, por encontrarse en obras el templo, esta cofradía ha sido trasladada eventualmente a la iglesia del Carmen y San Luis Obispo, donde han sido llevadas las imágenes a un capilla de la iglesia.













Cristo crucificado en los pies de la nave, obra del siglo XIX



San Antonio de Padua, imagen que procede del convento del Prado y es una hermosa talla realizada en Madrid a finales del siglo XVIII, por un escultor seguidor de Juan Pascual de Mena.





vista nocturna de los Jerónimos



vista de día



capilla en el lado del Evangelio, con la pila bautismal












Antes y después










EDITO: Esta iglesia ha sido restaurada recientemente y se han cambiado el orden de algunos altares, por lo que actualizaré este artículo en breve con nuevas fotografías del templo

sábado, 9 de octubre de 2010

Puente de Segovia 1753 - 1862



Dentro de la sección "Madrid antiguo", iremos viendo todo tipo de fotos antiguas y grabados. Simplemente os la iré enseñando sin ningún tipo de criterio, pero se almacenarán todas en la sección Madrid antiguo.

Aquí vemos una foto de 1862, maravillosa al poder comprobar en foto la iglesia de Santa María, que nivelazo el poder verla, TODO UN LUJO. La primera iglesia de Madrid y la antecesora de nuestra catedral. A la derecha al lado de las torres de San Miguel, podemos también ver la torre o cúpula de la antigua también, Santa Cruz.
En primer plano los lavaderos en el río Manzanares, lo que es la calle Segovia rodeada de huertas y ya no está la puerta de Segovia que en el siguiente grabado si veremos y si os fijáis mucho, podréis ver el muro de la cuesta de la Vega. Justo encima es donde hoy se levanta la Almudena.

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Vista desde el puente de Segovia en 1753, donde podemos observar a la izquierda la antigua puerta de San Vicente en lo que era el principio de la ciudad lo que hoy es Príncipe Pío. El Palacio ya estaba acabado, aunque como veis no existiría la estructura de la Plaza de la Armería hasta muchos años después. Al lado del río la ermita de la Virgen del Puerto en el mismo lugar que sigue hoy. Al final del paseo desde el puente de Segovia, vemos la puerta de Segovia y hay tantas torres y agujas de iglesias que sería incapaz de renocerlas todas.

Dos imágenes gracias a los amigos de Urbanity, Kraken y a Pepcor.

viernes, 8 de octubre de 2010

Cripta de la Catedral de la Almudena



Justo debajo de la Catedral de Santa María la Real de la Almudena, se encuentra La Cripta de la catedral, que fue proyectada, igual que el resto de todo el edificio neogótico que no se llegó a construir, por el arquitecto Francisco de Cubas y González-Montes, más conocido como el marqués de Cubas. Tiene la entrada por la calle Mayor, al inicio de la Cuesta de la Vega.








Portada de entrada a la Cripta en la calle Mayor y comienzo de la Cuesta de la Vega




El proyecto del Marqués de Cubas para levantar la catedral, incluía alojar en su base, debajo de esta, una cripta que sirviera de apoyo al gran edificio.
La Cripta tiene forma de planta de cruz latina, de cinco naves con dos capillas laterales desde la entrada hasta el crucero, a partir de aquí presenta nueve naves, es una construcción toda de piedra con bóvedas de cantería y 558 columnas, de las que 50 de ellas, en la nave central que dan al altar, son monolíticas de una sola pieza de 3,28 metros de altura. Los capitales están todos tallados y son todos diferentes, a pesar del número elevado de columnas que existe en la cripta. Tiene 9 capillas en la parte derecha y 12 en la parte izquierda.



Interior de la cripta


Vista de la nave central, con las columnas salomónicas de una sola pieza de 3,28 metros




Vista de una de las naves laterales. Fijaos en el suelo, andar por la Cripta, es pisar tumbas, literalmente








Detalle de los capiteles. En todas las columnas son distintos



Es curiosa la orientación de la iglesia, ya que cuando nos introducimos en su interior, entramos directamente por detrás de una doble girola, tras la que se encuentra el ábside. Esto es claramente razonable si pensamos que la catedral está proyectada de diferente forma que otras catedrales, para estar frente a frente, con el Palacio Real, aunque yo pienso que eso no quita para que la Cripta que sirve de base a la enorme mole de la catedral, tuviera una orientación distinta a la catedral y se entrara por los pies de la iglesia, como dios manda.

El altar mayor, sin retablo, está presidido por una copia reciente de la Virgen de la Almudena, que data de 1948 y que se encuentra aquí desde 1956.






Imagen de la réplica de la Virgen de la Almudena, obra de 1948 que preside el altar mayor de la Cripta








Recordemos que la verdadera imagen de la Virgen, cuenta la leyenda que la trajo a España el Apóstol Santiago. Por ser la única imagen que tenían en Madrid de la Madre de Dios, se veneró desde entonces como la patrona de la ciudad, llamándose la Virgen de la Villa. Más tarde se levantó una pequeña iglesia en la Vega, donde se siguió venerando esa imagen, conociéndose desde entonces como Santa María de la Vega y también como Concepción Admirable. Entre los años 711 y 716, los madrileños escondieron la imagen en un cubo en el muro de la muralla árabe ante la invasión que se aproximaba de los musulmanes. Años más tardes, en el 916, la iglesia de Santa María se convertiría en mezquita por los árabes. En 1083, Alfonso VI conquista Magerit y tras enterarse que los habitantes de la ciudad estaba buscando la imagen desaparecida, jura buscar la imagen de la Virgen escondida, si conseguía conquistar Toledo a su regreso. Mientras, ordena pintar una imagen para que se pudiera venerar en Santa María, una vez que la reconvirtió en iglesia. Efectivamente, a su regreso de la conquista de Toledo, Alfonso VI estaba dispuesto a cumplir su promesa, pero por más recursos que gastó, no fue posible encontrar la imagen. Fue entonces cuando recurrió a la plegaria y convocó una procesión que junto al arzobispo de Toledo, él mismo encabezó. Acudió toda la nobleza, el clero, el mismísimo Cid Campeador, el ejército y el pueblo.
Es 9 de Noviembre y la procesión transcurre por la almudayna, el recinto amurallado de la fortaleza de Madrid. Al pasar por el cubo donde estaba escondida la imagen de la Virgen, cayeron unas piedras, apareciendo entonces la Virgen con los dos cirios encendidos con los que fue tapiada hacía tantos siglos. La Virgen fue llevada a la cristianizada iglesia de Santa María y puesta en el Altar Mayor. Pero desde ese momento los madrileños la bautizaron con el nombre del sitio donde se descubrió de nuevo a la Virgen, la almudayna. Afonso VI añade el título de realeza y desde ese momento hasta nuestros días, será la Virgen de Santa María la Real de la Almudena.
Pero la imagen que se encontraba escondida en el muro de la muralla, no es la que conocemos actualmente. La auténtica imagen que había traído el Apóstol Santiago, se quemó en algún momento del reinado de Enrique IV y se repuso con otra imagen en el siglo XVI, que es la que conocemos actualmente.


Imagen de la Virgen de la Almudena del siglo XVI, que reemplazó a la que apareció en la muralla y que luego se quemó. Estuvo en la iglesia de Santa María, y en la Colegiata de San Isidro mientras duraron las obras de la Catedral, a la que se trasladó en su inauguración.




Vamos a ver dos joyas artísticas que contiene el templo

En el crucero de la Cripta y sin capilla, se encuentran dos imágenes que proceden de la antigua iglesia de Santa María. Un cuadro de la Virgen de la Flor de Lis, obra que data del siglo XIII y que la convierte, después de la imagen de nuestra Señora de Atocha, en la más antigua imagen religiosa que se conserva en Madrid y que algunos historiadores aseguran que se trata de una pintura de la antigua Virgen de la Almudena que se quemó, su nombre viene de la flor que sujeta en una de sus manos. La otra imagen es el Cristo del buen camino. De esta desaparecida iglesia, también existe en la Cripta un hachero y dos óleos del siglo XVIII.


Imagen del Cristo del Buen Camino, talla que se encontraba en la desaparecida iglesia de Santa María







Imagen del cuadro de la Virgen de la Flor de Lis, del siglo XIII, mandada pintar por Alfonso VI para la iglesia de Santa María, para venerarla mientras apareciese la imagen de la Almudena que se encontraba escondida y oculta, en donde estuvo hasta su demolición. Pasó a la iglesia del Sacramento hasta que fue trasladada a la Cripta, en donde continúa hoy.











La Cripta está llena de tumbas por todas partes. En las capillas, en las paredes, en cuevas y bóvedas subterráneas y en casi todo el suelo del edificio. De hecho, cuando se camina por el interior, es fácil oír un gran estruendo que se acentúa con el eco, cuando sin querer con el pié, das una patada a alguna de las argollas de las losas de las tumbas que se encuentran en el suelo.

Esta Cripta debió de ser el mausoleo de la Reina Mercedes, hecho por el cual, muchas familias pudientes y burgueses, compraran aquí sus mausoleos para enterramientos. Una de esas tumbas, se encuentra en una de las capillas laterales, según avanzas por la derecha desde la entrada y justo antes de llegar al final. La tumba del constructor de la catedral, el Marqués de Cubas, que se encuentra junto a su esposa. En la capilla de al lado, se encuentran las tumbas, muy parecidas, de sus hijos. En algunas de las capillas que se encuentran en la cripta, podemos admirar esculturas de escultores como Benlliure.


En una de las capillas laterales, la tumba del Marqués de Cubas y la de su mujer




Sepulcros de los hijos del Marqués de Cubas en la Capilla adjunta a la de sus padres




Otra de las capillas, donde las esculturas de mármol blanco, son de Benlliure




El estilo de la cripta es neorrománico y con influencias bizantinas y fue construida casi por completo por su arquitecto, el cual no llegó a verla concluida. Se eligió este estilo por ser el que estaba cuando se encontró la imagen de la Virgen y pensada para sustentar el gran proyecto neo-gótico de la catedral. Una vez acabadas las obras que tras la muerte de Cubas, retomaran Miguel de Olabarría y Enrique María Repullés y Vargas, que fue sustituido más tarde por Juan Moya y tras la última piedra puesta en la girola por la infanta doña Isabel de Borbón el templo en 1907, cuatro años más tarde se abría al culto el 31 de Mayo de 1911.


Una de las capillas con otra imagen de la Virgen








Capilla del Santísimo. Esta capilla se construyó para albergar los restos de la reina doña María de las Mercedes de Orleans, que reposa actualmente en el altar de la Virgen de la Almudena en la Catedral




Imagen en el altar de San Antonio




Cuadro en la capilla del Santísimo



Cristo Yacente en la capilla del Santísimo



Virgen de la Paloma en la capilla del Santísimo



Otra de las copias de la Virgen, en este caso la de la capilla del Santísimo




Hoy en día, se encuentra una imagen en piedra que recuerda el sitio donde apareció la Virgen de la Almudena escondida en la muralla, aunque ahora mismo, por las obras que se acometen para la construcción del Museo de las Colecciones Reales, la imagen está temporalmente entre unas rejas en uno de los lados de la entrada a la Cripta.

Hornacina en el muro lateral con una imagen de la Virgen en piedra, que representa el sitio donde fue encontrada la Almudena después de tres siglos. A encontrarse en obras la zona y estar la imagen en otro lugar tras una reja a un lado de la entrada a la cripta, he buscado una foto en internet que no sé a quién pertenece. Dicho queda mi agradecimiento a su autor.




Aparte de la réplica exacta que se encuentra en el Altar Mayor de la Cripta, hay otras réplicas con otros tamaños en dos capillas de la Cripta y varias imágenes que se utilizan para ofrendas en la Plaza de la Catedral y para la procesión del día 9 de Noviembre, ya que la auténtica talla de la imagen no se saca en dicha procesión, para mantenerla a salvo. También es conocida como "La Morenita" por el tono oscuro que tiene la imagen por tratarse de pino de Soria, color avellana, oscurecido por el tiempo.

Realmente no sabemos nada de la verdadera historia de la talla, ya que el fervor cristiano, se las ingenia para que siempre las imágenes de las Vírgenes sean encontradas en cuevas, grutas y otros sitios. Pero lo que sabemos con exactitud después de los análisis científicos que ha tenido la imagen, es que data del siglo XVI y que anteriormente existió otra imagen que nunca más volvió a ver nadie y que según algunos, se quemó hace algunos siglos. También hay otras leyendas que implican el descubrimiento de la Virgen en la muralla con el Cid Campeador, que viniendo de Toledo con varios Caballeros, se encontró con un leproso que había caído en una zanja. Al ayudarle a salir de la zanja, el leproso se convirtió en una figura femenina que le comunicó que tomaría Madrid y que ganaría batallas hasta después de muerto. La mujer le dijo por donde tenía que entrar a Madrid para su conquista y luego desapareció. El Cid se dispuso a ir al sitio donde le había dijo la Virgen en su aparición y allí fue donde después de caerse un trozo de muro en las viejas murallas, apareció la imagen de la Virgen y desde allí entraron a la ciudad, donde tomaron Magerit por sorpresa.

lunes, 4 de octubre de 2010

La Esperanza Macarena por las calles de Madrid en octubre



Celebrando la conmemoración del 70 Aniversario fundacional de la Hermandad (1940-2010), un grupo de jóvenes hermanos manifestó el deseo de resaltar los setenta años de fidelidad cofrade al pueblo de Madrid, proponiendo trasladar por unos días la Imagen de Ntra. Sra. de la Esperanza Macarena al cercano Convento del Corpus Christi, enclave de especial significado para toda la Hermandad y punto central en el que la Cofradía hace Estación de Penitencia el Jueves Santo, posibilitando la celebración de una Vigilia entorno a la Venerada Titular y reunir también a los jóvenes cofrades en su preparación del Encuentro Mundial de la Juventud que se celebrará en Madrid, en agosto del 2011.







La Imagen de la Esperanza Macarena Coronada se trasladó el sábado por la mañana al Convento de las Hermanas de Honor, la Comunidad de Religiosas Jerónimas "Carboneras" en procesión de rosario de la aurora, para celebrar allí diversos cultos durante el fin de semana. La Imagen ha vuelto a su templo, la Real Colegiata de San Isidro, el domingo a última hora de la tarde en procesión.





La Imagen atravesando Puerta Cerrada



La Esperanza Macarena entre incienso










Para la ocasión, la Esperanza Macarena ha sido llevada en un paso que ha cedido la Hermandad de Cruzados de la Fe, ya que con el paso tradicional de la Macarena, hubiera sido imposible entrar la imagen a la iglesia del Convento de las Carboneras. Un paso sin palio y con anderos en vez de costaleros, en el que hemos podido ver algo inaudito y extraordinario, la Esperanza Macarena por las calles de Madrid en Octubre y sin la compañía de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, quien aguardaba en su capilla del templo a la llegada de la Stma. Virgen, que fue guardada en dicha capilla hasta que ocupe la suya propia.


La Virgen de la Macarena en la soberbia capilla de Jesús del Gran Poder













En esta ocasión siento no haber podido estar en la salida de la Virgen de la Colegiata y su llegada a las Carboneras el sábado, ni de la salida de dicho convento, pero aquí os traigo un pequeño reportaje de su llegada a su templo.
Con estos actos del fin de semana, nos despedimos de la Macarena hasta el Jueves Santo, cuando volverá a saludar a los madrileños, bajo palio por las calles de Madrid.