La iglesia de Santa Teresa y Santa Isabel, se encuentra en la glorieta de Joaquín Sorolla, pero es conocida por los madrileños con el nombre de la boca de metro que se encuentra en dicha glorieta, "Iglesia", nombre que da el templo del que hoy nos ocupamos.
El templo fue promovido por una asociación religiosa de vecinos que se fundó en 1839, que se llamaba Santa Teresa y Santa Isabel. Esta asociación querían contar con una parroquia en la nueva barriada de Chamberí, todo un arrabal en las afueras de Madrid en esos momentos.
Obra de José María Aguilar, se coloca la primera piedra en 1842 y se acaba en 1856 gracias a los donativos de feligreses, con el patronazgo del gobierno, ayudas del Arzobispado de Toledo, y hasta la propia reina Isabel II, cuestaciones en la puerta del sol y hasta fondos de obras de teatro y una corrida de toros. Incluso en su construcción siguieron colaborando los vecinos. Muchas industrias del nuevo barrio donaron los ladrillos, Ramón Bonaplata, vecino del barrio, donó los hierros y los bronces y hasta muchos de los obreros que trabajaron en sus obras, eran vecinos del barrio.
Una anécdota que siempre que se lee sobre la historia de esta iglesia, se cuenta; es que el cura Merino, que intentó asesinar a la reina Isabel II, cuando lo iban a ajusticiar, pasó la comitiva camino del cadalso por la iglesia, y Merino dijo "esta iglesia se hundirá después de que me maten a mí". Pues bien... así pasó, aunque lo que se cayó fue una de las torres. No pensemos que el cura Merino tendría poderes, lo que pasaba es que la torre estaba rajada, probablemente por algún defecto cometido por los albañiles en la construcción y desde fuera, no sería muy difícil ver que acabaría por caerse.
En 1936 el templo fue quemado y destruido (repetir esta frase ya es habitual en nuestros artículos, algún día investigaré cual es el número real de iglesias que se quemaron en la guerra), por lo que todas las riquezas que pudo tener, desaparecieron para siempre.
Su reconstrucción en los años 50, corrió a cargo de José María Garma Zubizarreta
El templo es de estilo neoclásico y la fachada es sosa con ganas, un cuerpo flanqueado por dos torres gemelas. En el cuerpo central, una puerta con una sencilla decoración de cenefa y por encima un óculo. Más arriba una hornacina que cobija la estatua de Santa Teresa y por encima de esta, un frontón triangular. En el cuerpo inferior de ambas torres, una puerta adintelada y en el cuerpo central, un óculo cada torre, la izquierda contiene un reloj.
"Iglesia", nombre que da el edificio a toda la zona, gracias a la boca de metro llamada así
En el cuerpo superior, ventanas de medio punto dan paso al espacio que aloja las campanas. Remata las torres el típico chapitel madrileño de pizarra.
Es de planta de cruz latina con crucero, cúpula ovalada y tres naves. Las naves laterales con bóvedas decoradas por medio de yeserías con ornamentación floral. El paso a la nave central, se realiza por arcos de medio punto. La nave central con bóveda de cañón, sustentada por arcos fajones, con lunetos en los laterales con ventanas.
Interior del templo
vista del crucero
La cúpula sobre el crucero está sobre pechinas, con los relieves de los cuatro evangelistas.
Tiene linterna y ventanas, que iluminan bien el recinto interior.
Hablemos ahora del interior de la iglesia. Un interior que nada tiene que ver con el previo vistazo del exterior. Dentro de la iglesia, encontraremos un neobarroco exuberante a cada paso que demos, empezando por la joya del templo, el retablo mayor.
El retablo es barroco de finales del siglo XVII, procedente de la iglesia de San Pelayo en Villaumbrales de Campos, en la provincia de Palencia. El retablo contiene columnas salomónicas doradas, cobijando en el centro, una escultura moderna de la Virgen del Carmen, patrona de Chamberí.
retablo barroco procedente de la iglesia de San Pelayo, en la localidad palentina de Villaumbrales de Campos
A la derecha y a la izquierda de la Virgen, se encuentran las esculturas de las dos titulares del templo, Santa Teresa y Santa Isabel. En el ático, un calvario de la misma época del retablo.
el retablo cobija en el centro la imagen de la Virgen del Carmen, patrona de Chamberí
Comencemos el recorrido por las naves laterales viendo los retablos y altares:
nave lateral en el lado de la Epístola
Cristo crucificado, talla del siglo XX
San Ramón Nonato en un altar neobarroco con pilastras compuestas. A los lados le flanquean las esculturas de los santos obispos Blas y Nicolás. Por delante de las pilastras hay esculturas de los Cuatro Evangelistas. En el ático, un relieve con la Anunciación.
Retablo de San José, con una talla moderna. A los lados las esculturas de San Joaquín y Santa Ana. Debajo, los relieves de la Sagrada Familia y otro de San josé.
En el brazo del crucero, en el lado de la Epístola, una bella escultura de la Virgen. A sus lados, las esculturas de Santa Teresa y Santa Luisa de Marillac.
Retablo neobarroco dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. Sujeta todo el conjunto dos columnas salomónicas
Retablo de la Inmaculada Concepción, con muchísima ornamentación neobarroca con muchos relieves. La imagen es una preciosa talla contemporánea. A los lados, las esculturas de San Antonio de Padua y Santa Lucía. En el ático un relieve de la Asunción de la Virgen. Completa el retablo unos relieves de la Visitación y los Desposorios de María. En la base del conjunto están San Pablo y San Juan Bautista.
Altar de San Miguel Arcángel. A sus lados, las esculturas de San Isidro y de Santa María de la Cabeza. Debajo de cada uno de estas esculturas, unos relieves con la escena de la Aparición de la Virgen del Pilar a Santiago. El ático contiene un relieve con la Trinidad.
Retablo de la Virgen del Pilar, inspirado en el mismo de la basílica de Zaragoza
Retablo de la Virgen de Fátima, también neobarroco con grandes columnas. En el centro se ubica la imagen de la titular y a los lados las esculturas de Santa Rita y San Miguel de los Santos. En el ático un relieve de la Aparición de la Virgen de Fátima a los tres pastorcillos.
Virgen de los Dolores, una preciosa talla moderna