La iglesia de las Descalzas Reales no requiere una mención de interés especial con respecto a otros templos madrileños. Hemos de decir que el Monasterio es uno de los grandes museos que se pueden admirar en Madrid, junto al Prado, el Palacio Real, etc. Pero la iglesia se sale del contexto de obra sublime. Sin embargo, existen algunos puntos que deben de ser tenidos en cuenta.
La iglesia fue concluida en 1564 y siempre se atribuyó a Juan Bautista de Toledo por el severo estilo clásico de su fachada y la sustitución de los órdenes clásicos por superficies lisas, al igual que en otros monumentos en Toledo hechos por el autor.
Portada de la iglesia de las Descalzas Reales
Pero el interior de la iglesia con una sola nave con bóveda de cañón con lunetos, corresponden al italiano Francesco Paciotto, a quien llamó Felipe II para la obra de El Escorial. Las gradas del altar mayor, el coro y la sacristía, son obra de Juan Gómez de Mora en 1612, mientras que el retablo mayor realizado en 1565, fue obra de Gaspar Becerra. Este retablo desapareció en el incendio de 1862.
Interior de la iglesia
En 1756, la iglesia fue totalmente renovada por Diego de Villanueva, hermano del escultor Juan de Villanueva, quien usó en ella del orden dórico, con pilastras y triglifos. La bóveda fue pintada al fresco por los hermanos Velázquez y se conservó el retablo del altar mayor, obra de Gaspar Becerra. Pero el retablo, junto a otras numerosas obras de arte, desapareció en un violento incendio y al ser restaurado el templo, se puso en su lugar el retablo que procedía del antiguo Noviciado de jesuitas, con un gran relieve que representa la Apoteosis de San Francisco de Regis, obra realizada por Camilo Rusconi en 1716. El retablo está realizado con ricos mármoles y bronces dorados. Para los laterales se encargaron seis relieves al escultor José Bellver y Collazo, que representaban a santos franciscanos. También se realizó en esta época el ático con la Asunción de la Virgen.
Altar mayor con el retablo del desaparecido Noviciado de Jesuitas
Relieve en el retablo de la Apoteosis de San Francisco de Regis, obra de Camilo Rusconi en 1716
Relieve de la Asunción de la Virgen, obra del siglo XIX
Relieve de San Francisco de Regis en el retablo mayor
En los laterales del presbiterio, se encuentran dos grandes lienzos que representan a la emperatriz María de Austria y su hermana, la princesa
Juana de Austria. Estos lienzos sustituyeron a los originales desaparecidos en el incendio pintados por Pantoja de la Cruz.
Retratos de la emperatriz María de Austria y la princesa Juana de Austria, lienzos que sustituyen a los originales desaparecidos pintados por Pantoja de la Cruz
Las pinturas de la bóveda pintadas por los hermanos Velázquez, también desaparecieron en el incendio de 1862, pero gracias a un dibujo que se conservaba del original, Antonio García pudo restaurarlas un año después.
La iglesia consta de una sola nave dividida en tres partes: Cabecera cubierta con medio cañón, parte central más elevada también con medio cañón y con pinturas al fresco que representan la Trinidad y diversos santos de la orden franciscana, y la parte de los pies presenta tres bóvedas de amplio cañón más rebajado, que sujeta el coro de monjas.
vista de la bóveda de cañón rebajado que sujeta el coro de las monjas
Vista del coro de las monjas
En el presbiterio, al lado de la Epístola, se encuentra una pequeña capilla de mármoles, labrada en el siglo XVII, según diseño de Juan Bautista Crescenti, autor de la cárcel de Corte (hoy Ministerio de Asuntos Exteriores), del Panteón de El Escorial, y en este mismo Monasterio de las Descalzas, de la nueva urna que en el coro guarda los restos de la emperatriz Doña María de Austria.
En esta capilla está el sepulcro de la fundadora del Monasterio, Doña Juana de Austria, con su estatua orante, que es una de las más bellas obras de escultura funeraria que existen en España. El parecido de su traza con los bustos de Carlos V con su familia y Felipe II con la suya, que existen a los lados del presbiterio, en la basílica de El Escorial, ha podido contribuir a que generalmente se haya tenido por obra de Pompeyo Leoni este monumento, pero lo cierto es que existe un documento del propio rey Felipe II en que escribe a Don Pedro Deza, presidente de la Chancillería de Granada, en que le dice que Jacobo de Trezzo, maestro criado, es el encargado de hacer el sepulcro de la infanta. Hasta nosotros ha llegado como que la decoración arquitectónica de la estancia es obra de Trezzo, mientras que la figura orante es obra de Pompeyo Leoni.
Fuente de esta foto: Alejandro Blanco
Sepulcro de Juana de Austria con la figura orante de Pompeyo Leoni
Existen dos pinturas en mármol en dos altares, que se piensan que son los originales primitivos de Gaspar Becerra, representando a San Juan Bautista y a San Sebastián.
Inmaculada atribuida a Sebastián Herrera Barnuevo
Juguemos a las diferencias en estas dos fotos y podremos observar que existen a ambos lados de la nave, dos órganos y dos tribunas idénticas. La diferencia entre las tribunas son los escudos sobre ellas, mientras que la diferencia entre los órganos, son que uno de ellos, en el lado del Evangelio, tiene tubería vertical y el otro no los tiene.
Tribunas y órganos de la iglesia
También se encuentran enterrados en esta iglesia, sus Altezas Reales, Don Alfonso de Borbón y su hijo Don Francisco de Borbón.
Lápida de la tumba de Alfonso y Francisco de Borbón
Fachada del Monasterio de las Descalzas Reales, con la portada de la iglesia
Entrada renacentista de estilo plateresco, al Monasterio de las Descalzas Reales