Por fin, después de tanto tiempo, la Fuente de la Fama de Pedro de Ribera, en los jardines del arquitecto Ribera, o como la conocemos en el barrio, plaza de Barceló, ha empezado a perder parte del envoltorio que le cubría. Esperemos que muy pronto esté totalmente al descubierto y luciendo en todo su esplendor. Entonces será el momento de dedicarle un artículo entero en este blog. De momento, podemos ver la victoria alada portando una trompeta que corona la fuente y parte de la pilastra barroca, con las típicas espirales ribereñas, los floreros en las hornacinas y los cuatro niños sujetando una concha. Solo nos queda ver el pilón en forma de trébol de cuatro hojas con los delfines mitológicos echando agua de nuevo y a la vista de todos los madrileños. Madrid está a punto de recuperar de nuevo la fuente con más Fama, que no la más famosa. Y que alguien escuche mis plegarias de cambiar la ubicación de esta Fuente para llevarla a la portada principal del antiguo Hospicio de San Fernando o a la plaza del Conde de Miranda.
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La Fuente de la Fama