La parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, se encuentra en la calle San Bernardo, esquina con la calle Rodríguez San Pedro, y está ubicada en el solar de la antigua Capilla de San Pedro Apostol. Pero antes de instalarse en la Capilla de la congregación de San Pedro de los Naturales, la parroquia de los Dolores, estuvo en la antigua Capilla del cementerio general del Norte, trazado en 1809 por Juan de Villanueva al más puro estilo neoclásico del momento. En este lugar se encontraba la entrada al cementerio que trazó en 1809 en su totalidad el arquitecto Villanueva, un enorme cementerio que más tarde se ampliaría con tres cementerios más, de los que hablaremos en otro momento. Parece mentira que lo que es hoy el comienzo de la calle Magallanes en su nacimiento con San Bernardo, y las calles de Vallehermoso, Fernández de los Ríos, Arapiles y todas las calles adyacentes, fueran en su momento cementerios en donde tantos madrileños ilustres fueron enterrados. Hoy en día, poca gente sabe que debajo de todas esas casas de la zona, fue enterrada la gente que moría en Madrid, pero dejemos esa historia para otro momento y vayamos con la iglesia en cuestión.
La Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, se instaló en la antigua Capilla del cementerio del Norte, hasta que la piqueta llega al cementerio y su Capilla, que lo demolieron en su totalidad. En 1908, la parroquia pasa, como hemos comentado antes, a la Capilla de la Congregación de San Pedro de los Naturales. Al llegar la guerra, el templo sufrió un incendio que lo destruyó por completo. En 1946 quedó acabada la reconstrucción del edificio, que es el que podemos contemplar en la actualidad.
En 1902, se llevaron los restos de Calderón de la Barca, ya que había pertenecido a la Congración de San Pedro, al igual que Lope de Vega. Recordemos un extracto de la historia de los restos de tal insigne madrileño, del que ya hablamos en el artículo de
"Las tumbas perdidas de nuestros hombres ilustres":
En este templo y durante algún tiempo, descansaron los huesos del insigne escritor, en un mausoleo, que consistía en una pilastra de mármol sobre la que se alzaba una arqueta del mismo material. En la guerra civil la iglesia fue incendiada y el templo quedó casi derruído, destruyéndose el mausoleo por completo. Así que durante años se dieron por perdidos los restos definitivamente. Pero hace unos años que un antiguo congregante, que fue testigo del traslado de los restos del escritor, desveló que los restos nunca se guardaron en la arqueta del mausoleo, porque el párroco decía que más que un sepulcro, era un monumento simbólico, y entonces los restos se guardaron en un nicho que se hizo en la pared. Desde entonces, el patronato de la institución, dentro de sus modestos recursos, realiza de vez en cuando pruebas de sondeos y calas, ya que el anciano murió sin desvelar en qué pared estaba el nicho. Así que en la Congregación de San Pedro Apóstol, tendremos puestas las esperanzas de que algún día se encuentre el nicho del literato y que en esta iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, se pueda poner una lápida que rece "Aquí yace POR FIN, Calderón de la Barca", o quizás quede en un sueño, y ya se sabe que... los sueños, sueños son
En la portada de la fachada, se abre un arco de medio punto alzado sobre columnas de capiteles jónicos. Por encima, un segundo cuerpo flanqueado por pilastras toscanas y rematado con forma de frontón, en el que luce un escudo de la Cofradía y un trío de arcos reconstruidos en imitación del estilo ecléctico original del edificio.
Entrada a la iglesia por un arco de medio punto
vista de la portada de granito
escudo de la Cofradía
Sobre el edificio, destaca una especie de cimborrio, que alberga la cúpula, con forma octogonal, de ladrillo y con decoración neomudéjar. Sobresale del resto, la esbelta torre con balcones enrejados y rematada con un chapitel de pizarra, también de ladrillo y al más puro estilo neomudéjar que tanto se diera a principios de siglo en Madrid.
Cimborrio neomudéjar que alberga la cúpula. Por fuera es de forma octogonal, pero en el interior, la cúpula que cobija, es de media naranja
vista de la esbelta torre neomudejar que se eleva por encima del edificio
En el interior, nos encontramos en el atrio, nada más entrar, dos lápidas conmemorativas de dos grandes de nuestra literatura que pertenecieron a dicha Congragación. Calderón de la Barca y Lope de Vega. En la Calderón, nos recuerda que en algún lugar de la iglesia, fueron depositados sus restos y al igual que en la de Lope de Vega, que los dos fueron Capellán Mayor de la Congregación.
lápida que nos recuerda que Calderón además de haber sido Capellán Mayor de la Congregación de San Pedro Apóstol, sus restos fueron depositados en esta iglesia
lápida que nos recuerda que Lope de Vega fue Capellán Mayor de la Congregación
En frente de cada lápida, se encuentra un pequeño cuadro de cada literato
La planta es de cruz latina de una sola nave, cubierta por bóveda de medio cañón con lunetos y a ambos lados, dos pares de capillas. El crucero está coronado por una cúpula de media naranja sobre pechinas.
vista del retablo del altar mayor
Vista de la cúpula sobre el crucero
Con respecto a las esculturas que cobija el templo, no podemos destacar ninguna, por ser de reciente factura y sin especial importancia.
imagen de Nuestra Señora de los Dolores, en el lado de la Epístola en el crucero
Altar Mayor