El Palacio de Cristal se levantó para la Exposición de las Islas Filipinas que se celebró en Madrid en 1887, con la finalidad de exponer plantas y flores del suelo filipino a modo de gigantesco invernadero, por lo que su nombre original fue
pabellón-estufa. De varios proyectos presentados fue el de Ricardo Velázquez Bosco el elegido, que basándose en el Crystal Palace de los jardines de Hyde Park de Londres de Joseph Paxton que sirvió como estufa en la Gran Exposición de 1851, construyó una estructura de hierro y cristal para la ocasión, siendo un exponente en construcciones de este tipo en España.
Ricardo Velázquez Bosco venía precedido de un excelente trabajo como restaurador en edificios tan emblemáticos como la
catedral de León, la
catedral de Burgos, la Mezquita de Córdoba, el Monasterio de la Rábida o la Alhambra de Granada, además de haber construido el vecino palacio de Velázquez en el Retiro, el Ministerio de Agricultura, la Escuela Superior de Minas y haber restaurado el
Casón del Buen Retiro construyendo la fachada más espectacular del edificio de la que hablamos hace muy poquito en este blog.
El edificio fue levantado con carácter provisional, con el propósito de desmontarlo al término del certamen y enviarlo a Manila donde se iba a celebrar otra exposición, pero no se llevó a cabo y el Palacio de Cristal quedó para siempre en el Retiro.
Esta maravillosa construcción nos recuerda a una catedral gótica. Visto desde su interior o desde el aire con su forma de trébol, podemos pensar que estamos en un crucero, con el transepto, el presbiterio y la girola. Los arcos que se apoyan en columnas de hierro de orden jónico, sujetan las bóvedas de cañón en las que se apoya una cúpula acristalada de cuatro paños en la que colaboró el arquitecto e ingeniero Alberto Palacio. Rodea toda la estructura exterior en la base de ladrillo, un friso de azulejos obra de Daniel Zuloaga.
La forma del edificio es de cruz griega donde se le quitó un brazo para construir la fachada en estilo clásica, única estructura que no es hierro y cristal.
Publicado en El Globo en 1887:
... Es el Palacio de Cristal como una catedral de vidrio, de clásicas proporciones, sobre una colina de césped. Sus paredes y muros son inmensas y transparentes vidrieras sostenidas por jónicas columnas de hierro, dispuestas en tres naves sobre una traza de forma de trébol y coronadas por una inmensa cúpula, cuya altura alcanza 22,60 metros, que cubre un magno pilón destinado á las plantas acuáticas. Alrededor, y en las naves laterales, de 14,61 de elevación, han de cobijarse las flexibles gramíneas y elevadas palmas características de la flora tropical de Filipinas. Su majestuosa portada, de gusto clásico y estilo griego, cae sobre una terraza circundada por elegante balaustre, y mira al lago, que se extiende a sus pies como un espejo donde han de mirarse los esbeltos troncos, las verdes frondas y las pintadas corolas que aguarda el Palacio.
A los pies del Palacio nos encontramos con un estanque construido al mismo tiempo en donde se sumergen las escaleras que parten del pórtico. En el estanque podemos ver varios ejemplares de ciprés de los pantanos, patos, gansos, cisnes negros, un surtidor que proyecta el agua a gran altura y una pequeña gruta artificial en un costado.
El surtidor de agua que hay en medio del estanque es el que estuvo en la
fuente de inauguración del Canal de Isabel II en la
calle de San Bernardo. Después pasó a la
Puerta del Sol, más tarde a la glorieta de Cuatro Caminos y actualmente se encuentra en el estanque, arrojando un enorme chorro de agua, mientras que el pilón se encuentra en la entrada a la Casa de Campo muy cercano al Puente del Rey y frente a la Casa de los Vargas.
Sin duda, este palacio es de las construcciones más bonitas de Madrid y el sitio donde se ubica uno de los parajes más espectaculares del parque del Retiro y de toda la ciudad. Un lugar de encuentro y descanso, romántico y sosegado.