Es difícil contar tanta historia en tan poco espacio, pero la calle ancha de San Bernardo, tiene para eso y más. Pocas calles de Madrid pueden presumir de haber sido tan protagonista en la historia de nuestra ciudad. La Calle Ancha de San Bernardo, disfrutaría del pasar de los tiempos como pocas lo han hecho.
Ya por 1626 y 1632 se llamó calle de "Foncarral Baja" y en la época del Texeira, en época de los Austrias, su nombre fue "Convalencientes Oi de San Bernardo", denominación que le venía por el Hospital de convalecientes y el convento de Santa Ana de los monjes bernardos que había en la calle. En el siglo XVIII, en el mapa casi calcado que hizo de Madrid Chalmandrier, aparace como calle ancha de San Bernardo, y en el primer catastro de la ciudad, ya aparecía a veces como "calle Ancha", a secas. Una vez que la ciudad fue teniendo más calles anchas, nuestra calle perdió importancia y se quedó con "San Bernardo". La historia de esta calle va unida a las puertas de Madrid. De la puerta de Santo Domingo, salía un camino vecinal que se encaminaba hacia el norte y que rápidamente fue creciendo y urbanizándose, hasta que la paraba otra puerta, en este caso el portillo de Fuencarral, que permaneció hasta 1870. Era una puerta mediocre, que según dijo Mesonero Romanos, era pequeña y ridícula, pero sin embargo era una puerta importante con respecto a su utilización para entrar y salir de la ciudad. Durante la peste que asoló Madrid en 1649, fue una de las cuatro puertas que permanecieron abiertas, dándonos así a conocer su importancia. Más tarde pasaría toda su función a la puerta de Pozos de Nieve, que se encontraba en lo que hoy es la Glorieta de Bilbao.
Portillo de Fuencarral
Ya por el siglo XVII existía la Romería de San Marcos, que era conocida como Romería del trapillo, que iba en peregrinación hasta la
iglesia de San Marcos, que está muy cerca del lugar. Esta Romería casi siempre acababa en puñaladas por algunos de los asistentes. Pero veamos que nos encontramos andando paseando por la calle...
El ambiente que se formó en esta vía, era de un ambiente estudiantil al estar aquí la Universidad de Madrid, además se juntaba con el ambiente musical, ya que en dos de los palacios de San Bernardo, fue donde la música se mantuvo viva y donde grandes compositores asistían a los conciertos que se desarrollaban en sus salones. Aquí fue donde realmente estuvo el centro más vivo de la música madrileña, que pudieron celebrarse en dos de los grandes Palacios que siguen existiendo,
el Palacio Bauer que se convirtió en el Conservatorio de Música y donde existieron grandes conciertos de cámara y a los que asistieron grandes músicos y compositores junto a la alta sociedad de la ciudad, y el
el Palacio de Parcent, donde se dio grandes acontecimientos de exposiciones de arte y grandes fiestas.
Palacio de Parcent, con una bonita portada barroca. Actualmente uno de los dos edificios que tiene el Ministerio de Justicia en esta calle
Palacio Bauer, fue Conservatorio de Música y actualmente es la Escuela Superior de Canto
En 1836 se trasladan dos facultades universitarias al convento de las
Salesas Nuevas y aquí en este convento estuvo la universidad durante unos años hasta que se implanta definitivamente la Universidad Central en los terrenos del Noviciado.
Convento de las Salesas Nuevas. Aquí estuvo la universidad durante unos años
Universidad Central. Hasta hace poco fue la Asamblea de Madrid
Por otro lado la Escuela Normal de Maestros que tendrían su sede en el edificio que hoy es el Instituto Lope de Vega y que aunque muy transformado y mutilado, fue el Palacio de Castromonte, donde también habitaron propietarios como el duque de Montemar, el duque de Abrantes, el conde de Colomera, el conde de Celanova y en época de Fernando VII estuvo ocupado por las monjas de Santa Clara. El instituto Cardenal Cisneros para hombres que da a la fachada de la Universidad por la calle de los Reyes y la Escuela de Delineantes Técnicos de la Construcción en el Palacio de Altamira. El famoso "Quemadero" en donde la Santa Inquisición hacía de las suyas y para no dejar pruebas, se deshacían de ellas quemándolas. Con la
inauguración del Canal de Isabel II, se pondría una fuente que arrojaba un chorro de agua a una altura de 90 pies, que más tarde acabaría en la glorieta de Cuatro Caminos, después de pasar por la
Puerta del Sol. Actualmente se encuentra en la entrada a la Casa de Campo cerca del Puente del Rey y frente a la Casa de los Vargas. En el solar del Quemadero, se levantó en 1856 el Hospital de la Princesa, en donde se hizo la primera transfusión con éxito. El Cuartel de Voluntarios del Estado, de donde salieron las tropas dirigidas por Jacinto Ruíz al cercano Palacio de Monteleón, que se convirtió en cuartel y Parque de Artillería y donde se produjeron los episodios del dos de mayo de 1808 que contaremos cuando lleguemos al artículo de la
Plaza del dos de mayo.
Fuente que puso el Canal de Isabel II en su inauguración a escasísimos metros de donde se ubicaba el portillo de Fuencarral , luego se trasladó a la Puerta del Sol, pasó por la glorieta de Cuatro Caminos y actualmente se encuentra en la entrada a la Casa de Campo cerca del Puente del Rey y frente a la Casa de los Vargas
Por esta calle de San Bernardo entraron las tropas que dirigía Leclerc y desde Monteleón los españoles resistieron durante las tres horas que tardaron en aniquilarlos. Más de 900 cadáveres quedaron en el cuartel. Si vemos un mapa de esa época de Madrid y nos situamos en lo que era el Cuartel de Monteleón... yo ahora mismo estoy escribiendo este artículo dentro de él. Pero volvamos a la calle de San Bernardo...
Grabado de la entrada de las tropas por el portillo de Fuencarral en la calle Ancha de San Bernardo
Justo parado debajo del arco de la puerta de Fuencarral, lo primero que veo a mi derecha es la
iglesia de Montserrat y a mi izquierda las
Salesas Nuevas, esa foto que podríamos imaginar, es justo la que encabeza este artículo, sacada justo desde donde estaba la puerta.
La iglesia de Montserrat pertenece al convento de los monjes benedictinos y este edificio fue "la Galera", cárcel de mujeres. Bajando por la calle en su parte derecha, nos encontramos con lo que fue el Palacio de Antonio Barradas, una construcción de Silvestre Pérez en estilo neoclásico.
Iglesia de Montserrat. En su convento estuvo "La Galera", cárcel para mujeres
Antiguo Palacio de Antonio Barradas
Seguimos bajando y nos encontramos donde estuvo el Oratorio de los Padres del Salvador del Mundo "El Noviciado". Posiblemente el templo más grande que se levantó en Madrid, descrito por todos los cronistas como un templo de considerables dimensiones. Los muros siguen existiendo actualmente, y son los que sustentan el paraninfo de la actual Universidad Central.
El Noviciado, ocupaba exactamente lo que hoy la Universidad Central
Pegado al enorme edificio de la Universidad y separado por la calle de los Reyes, está el
Palacio de la marquesa de la Sonora, actual Ministerio de Justicia, si seguimos vemos La Casa-Palacio de la condesa Pardo Bazán totalmente cambiado a su forma original y un poco más adelante llegamos al Palacio de Ágreda, levantado en el solar donde se encontraba el Hospital de Convalecientes que dio uno de los nombres a la calle a lo largo de su historia. Justo llegando a la Gran Vía, se encuentra el Palacio de Altamira, que se levantó en el solar del antiguo Palacio del marqués de Leganés. El Palacio de Altamira de haberse llevado a cabo su construcción íntegra, hubiera sido uno de los edificios más espectaculares de toda la ciudad, pero solo se levantaría una pequeña parte del edificio proyectado por Ventura Rodríguez, que da a la calle de la Flor Alta.
La calle solamente ha sufrido un atentado urbanístico en toda su historia, fue el momento en que la Gran Vía la atravesaba, dejándola partida en dos.
Antiguo Palacio de Ágreda
Palacio de Sonora en el siglo XIX
Palacio de Sonora en la actualidad. Sede del Ministerio de Justicia
Una calle del Madrid aristocrático, estudiantil, musical y religioso envuelve desde siempre a esta calle de San Bernardo, de la que iremos sacando varios de sus edificios en sucesivos artículos para estudiarlos con detenimiento uno a uno. Podremos estudiar a fondo, la
iglesia de Montserrat, el convento de las
Salesas Nuevas,
el Palacio Bauer,
el Palacio de Parcent, el
Palacio de Sonora, el Palacio de Altamira y la Universidad Central. Pero eso será en otros momentos...
Edificio de los años veinte de estilo ecléctico, con cerámica y rejería de hierro forjado, vidrieras emplomadas, estucos platerescos y una decoración de azulejos de Talavera con escenas del Quijote