Cervantes fue enterrado el 23 de Abril de 1616 en el convento de San Ildefonso de las Trinitarias descalzas a los 69 años. En 1639 se decide reformar y construir de nuevo la iglesia y el claustro, motivo por el que a partir de este momento, no sabremos el sitio exacto donde se encuentra enterrado Cervantes, por haberse perdido la capilla y la lápida o cualquier resto que nos pudiera indicar su paradero. Pero el actual edificio que conocemos data de 1673 y es obra del arquitecto Marcos López, proyecto que siguió en 1693 José de Arroyo durante los últimos cinco años de su construcción hasta 1698. Todo esto hace que casi imposible saber donde se encuentra el escritor.
Tal vez el vínculo que unió a Cervantes con las Trinitarias fuese que en él profesó Isabel, hija de Cervantes. Cuando el escritor fue apresado en Argel por los piratas turcos que abordaron el barco en el que regresaba a España tras participar en la guerra contra el imperio otomano, su liberación fue costeada por la orden Trinitaria, motivo por el que Cervantes estuvo desde entonces como recadero de las Trinitarias en agradecimiento por su liberación hasta el día en que murió, que por expreso deseo del mismo, fue enterrado junto a su esposa Catalina de Salazar.
Yo escribía en el blog el día 7 de septiembre del 2010 en el artículo sobre el
Convento de las Trinitarias:
"Como acabamos de comentar, en el convento está enterrado Miguel de Cervantes, pero sin saber el sitio exacto de sus restos. Fue enterrado humildemente y como tantas y tantas tumbas en las iglesias de Madrid, la de nuestro escritor desapareció para siempre también. Sabemos que fue enterrado en el convento, pero la verdad es que no tenemos ni idea si fue en la iglesia, en el claustro o en el interior del convento, de todas formas al reformarse y construirse la iglesia de nuevo, la antigua capilla que contenía el convento, fue derruida, y a saber ahora donde se encontrarán sus huesos... pero por tratarse de quien se trata, creo que ya se debería haber investigado para encontrar al escritor, el ayuntamiento junto a las Trinitarias o de quien dependa, ya tenían que haber intentado encontrar el lugar exacto. Don Miguel de Cervantes, merecería tener un sepulcro en condiciones, aunque el destino ha querido que se encuentre en algún lugar desconocido para el resto de los mortales. No obstante, una placa en la fachada del convento, recuerda que allí fue enterrado."
Ahora las cosas han cambiado y el próximo lunes se iniciará la búsqueda de los restos del autor español más universal de la historia según leemos en la prensa. Todo está preparado para que un prestigioso equipo formado por el georradarista Luis Avial, el antropólogo forense Francisco Etxeberría y el historiador Fernando de Prado, comiencen los trabajos para encontrar los restos en tres fases. En una primera fase de detección, se buscara en el subsuelo con el georradar y en los muros con sensores de infrarrojos. La segunda fase consistirá en excavación de los sitios que el georradar haya detectado como posibles sitios en los que pudiera encontrarse los restos (no será tan fácil porque se supone que existen otros quince cuerpos enterrados en el convento) y una tercera que serán de análisis forenses. Esta última fase no sería muy difícil si tenemos en cuenta que Miguel de Cervantes recibió tres impactos de arcabuz durante la Batalla de Lepanto en 1571, dos en el pecho y uno en la mano izquierda (hecho por el cual le quedó la mano inútil y de ahí que le llamaran el "Manco de Lepanto"), junto a que según él mismo escribió,
"era un hombre cargado de espaldas posiblemente provocado por una artrosis, con una naríz curvada y que le quedaban seis dientes en la boca". Esto facilitaría su identificación por las secuelas físicas del esqueleto y sobre todo por la mano que se le quedó atrofiada y que no se la amputaron como muchos piensan. Al no tener funcionalidad en la mano, deja secuelas en los huesos.
En caso de encontrarse el sitio donde reposan sus restos, no será posible el estudio por ADN por que la única descendencia directa actual es la de su hermano Rodrigo, pero después de 400 años de ADN, lo que pudiera tener en común con Cervantes sería mínimo y con muy poca fiabilidad. No se pretenden sacar los restos ni cambiarlos de lugar, pero sí darles el prestigio que se merecen bajo una placa que lo acredite.
Por lo que he podido leer, la búsqueda en principio se limita a los suelos, paredes de la iglesia y a una cripta que permanece sellada y en la que no entra nadie desde 1955. Pienso que no será tan fácil si no amplían la búsqueda a otras partes del convento, ya que las numerosas obras y remodelaciones que se hicieron después de su muerte puede seguramente haber cambiado la iglesia del emplazamiento original de la construcción primitiva.