La super luna del 19 de marzo pudo verse en Madrid en una noche completamente despejada de nubes, aunque con un sospechoso color contaminante que era el que cubría el cielo de nuestra ciudad por la ausencia de vientos y lluvia en los últimos días. Yo pude observar el espectáculo en el
Templo de Debod, y aunque no debería de decirlo, he de comentar que no vi gran diferencia con cualquier otra luna llena de cualquier otro día.
Decir que el
Templo de Debod estaba lleno de gente, pero que en el momento de aparecer la luna, pude observar que la mayoría del público asistente ni siquiera se percató de que había luna llena y mucho menos de que se viera un 14% más grande y un 30% más brillante, dato que ni siquiera a mí, que esperaba con cámara en mano, me llegase a sorprender. Nada que ver con esas lunas amarillas cuando sale llena por el horizonte en las noches de verano.
Pero hagamos en este post como hice yo, y dejemos a un lado la luna para centrarnos en el verdadero espectáculo del sitio, como siempre, el maravilloso
Templo de Debod que sí que brillaba como siempre, imponente, soberbio y con su mágica silueta en medio de Madrid. Cualquier excusa es buena para fotografiarle.