miércoles, 10 de marzo de 2010

Iglesia del convento del Corpus Christi (Las Carboneras)



La iglesia del Corpus Christi, pertenece al convento de religiosas jerónimas, llamadas "Las Carboneras" por un cuadro de la Inmaculada encontrado en una carbonería. Cuenta la historia, que unos muchachos jugaban con el lienzo que el padre de uno de ellos les había dado. Dicho señor tenía una carbonería donde encontró el lienzo entre el carbón y antes de tirarlo, se lo entregó a su hijo para que jugara con él. Un franciscano que pasaba por allí, vio el lienzo con el que jugaban los chicos y se lo compró por unos reales. El franciscano, fray José de Canalejas, llevó el cuadro al convento más cercano que estaba por allí, siendo nuestro convento del Corpus Cristi de religiosas Jerónimas las encargadas de custodiar el cuadro desde entonces. Desde ese día, el convento se conoce como "Las Carboneras".
El convento fue fundado por una descendiente de Beatriz Galindo "La Latina", era Beatriz Ramírez de Mendoza, condesa de Castellar, que conseguía el 8 de septiembre de 1607 fundar el nuevo convento, y aunque vivió en el mismo, murió sin poder profesar. Pronto trajo a las primeras religiosas, que junto a su hermana y su hija, doña Juana Ramírez de Saavedra, formaron una comunidad pronto acreditada por su rigurosa vida y notables virtudes.

El arquitecto del edificio fue Miguel de Soria, el que estaría satisfecho si viera que más de cuatrocientos años después, su edificación sigue intacta desde el día de su inauguración, siendo de los poquitos edificios que existen hoy en Madrid, que se mantienen como el primer día.
Desde fuera, nadie pudiera saber que se trata de un monasterio, ya que no hay nada que indique lo contrario, ni torres, ni campanarios, ni cruces, ni atrios, solo un pequeño detalle en la puerta, una portada barroca con un relieve sobre el dintel, que representa a San Jerónimo y Santa Paula adorando al Santísimo Sacramento y rematado por una cruz, obra de la escuela de los Leoni. Ese es el único guiño religioso que ornamenta toda la fachada.

portada barroca de entrada al templo



Relieve que representa a San Jerónimo y Santa Paula adorando al Santísimo Sacramento
es obra de la escuela de los Leoni



En el interior nos encontramos con una sola nave con bóveda de medio cañón de tres tramos con lunetos y piladas estriadas sin capitel. La entrada al templo se hace por el lado de la Epístola, siendo la única entrada desde la calle. A los pies de la nave, se encuentran las rejas del coro bajo y coro alto conventual.


Interior del templo





vista del alto y bajo coro conventual a los pies de la iglesia



lado del Evangelio, con el altar de la Virgen Carbonera




La capilla mayor, está elevada sobre el resto de la nave y en el retablo, obra del granadino Antón de Morales en el siglo XVII, se encuentra el lienzo que representa la última cena, obra de Vicente Carducho.

retablo del siglo XVII, obra del granadino Antón de Morales




Calvario que remata el retablo, obra atribuida a Pompoy Leoni por su semejanza al del Escorial



vista del retablo con el lienzo de la Cena




Un valioso cuadro que nos muestra una perspectiva distinta de la posición de los asistentes en la mesa, ya que estamos acostumbrados a ver la cena en horizontal, estando Jesús en el centro y los Apóstoles a ambos lados, aquí vemos la mesa hacia nosotros, estando Jesús al fondo.



el gran lienzo "La Cena", obra de Vicente Carducho








En uno de los lados de la capilla mayor, se encuentra el cuadro con la fundadora difunta.




Retablo con el lienzo de San Jerónimo, obra de Francisco Herrera "el mozo"








Retablo con el lienzo de Santa Paula, atribuido a Francisco Herrera "el mozo"




Retablo de la Virgen Carbonera. Aquí nos encontramos con un retablo rococó labrado en madera tallada, del siglo XVIII y que fue concebido expresamente para albergar el cuadro de la Carbonera. Este retablo está restaurado recientemente por la Casa Alborá, y centrado en él, el lienzo del cuadro que da nombre al convento, a las religiosas y al edificio entero. Un cuadro de dudosa calidad artística y por supuesto, anónimo. Pero la historia ha querido que sea un cuadro muy valioso en cuanto a valor sentimental y sobre todo, histórico. A ambos lados, nos encontramos con dos hornacinas vacías, de las que ignoro que habría o que habrá en un futuro.

retablo rococó del siglo XVIII que alberga la Inmaculada "Carbonera"


el famoso cuadro de la Inmaculada "Virgen Carbonera"




Retablo de la Virgen de las Tribulaciones. Un retablo de mediados del siglo XVII, de la escuela de Pedro de la Torre, que contiene unos cuadros atribuidos a Francisco Herrera el mozo. En el centro se encuentra la escultura de la Virgen de las Tribulaciones, obra de José de Tomás en 1832. En el ático, un Cristo crucificado del XVII en madera tallada de muy buena factura.









Retablo de San Antonio de Padua. Un retablo similar al anterior, de mediados del XVII y atribuido quizás a la escuela de Pedro de la Torre, Herrera Barnuevo o Alonso Cano. Es de madera tallada, dorada y policromada. La escultura del titular, es del siglo XVII. Este retablo sufrió graves daños en su mudanza de otro lugar de la nave y ha sido restaurado recientemente.








cristo crucificado en el lado de la Epístola



El resto de los cuadros del templo, no son de gran calidad y no los vamos a mencionar. Pero lo que sí es menester hablar, es del gran tesoro que se esconde en la clausura de este convento, entre los que podemos resaltar una imagen de Cristo, que según la tradición, llevaba Santa Teresa en sus viajes y que pasó luego a poder de fray Jerónimo Gracián de la Madre de Dios y donado a la fundadora, siendo lujosamente enmarcado. Se guarda en el coro.


Otra cosa que no podéis dejar de hacer, es comprar a las monjas los dulces que hacen ellas mismas. Solo el olor a rosquillas de anís que desprende el convento, es suficiente motivo para comprarlos.

9 comentarios:

Mercedes dijo...

Esta iglesia es una de las que más me gustan de Madrid, sus obras de arte, su historia, la plaza en la que se encuentra... todo. Espléndido repotaje, Bélok, como siempre.
un beso

Anónimo dijo...

Los retablos de San Jerónimo y Santa Paula carecen de mesa de altar; parecen colgados en la pared, sin apoyo en el suelo.

Bélok dijo...

Exactamente, están colgados

Anónimo dijo...

Pero no sería así siempre. Supongo que estos altares debieron de tener sus respectivas mesas.

Marta dijo...

De esta iglesia aparte de su valor cultural, destacaría su misa del gallo, con su nacimiento,las hermanas, y los sacerdotes que la cantan.Su ambiente recogido y entrañable,tan buscado en la gran ciudad es digno de un cuento de Navidad.

Anónimo dijo...

pongan religion carbonera en google y les sale un trapo de la famosa hinchada de peñarol.. a la q llaman carboneros xq el CLUB ATLETICO PEÑAROL fue fundado en 1891 por trabajadores de ferrocarril y carbon por las maquinas.. las locomotoras.. de ahi los colores del equipo: amarillo(oro) y negro (carbon).. hincha de peñarol

LoTorrego dijo...



Gracias por este enlace.
¡¡¡ Me ha encantado !!!

Unknown dijo...

Me ha dado mucha satisfacción leer el reportaje. Gracias

Joaquín dijo...

Excelente reportaje.

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