La iglesia del Hospital de la Venerable Orden Tercera, es uno de esos lugares desconocido para muchos de los madrileños. Es raro encontrar a alguien que la conozca, por eso, aquí os mostraré esta joya barroca que se encuentra escondida a los ojos del público.
Su construcción se remonta a la segunda mitad del siglo XVII, una vez finalizadas las obras de la capilla del Cristo de los Dolores (de la que hablaremos en este blog más adelante en otro artículo), la cofradía decidió la realización de un Hospital con destino a sus cofrades enfermos, para lo cual, se compraron terrenos en la calle de San Bernabé, que está muy próxima al convento de San Francisco, pegada al cual se haya la Capilla de la Venerable Orden Tercera. La obra fue encargada al mismo arquitecto que construyó la Capilla del Cristo, Marcos López, en 1679. Se realizó la planta y las trazas, pero la ejecución se encomendó a Luis Román, que murió en 1681, continuando sus hijos Diego y Matías en la dirección de la construcción. En 1683, Bartolomé Hurtado, maestro mayor de las obras reales, visitó las obras y se realizaron algunas rectificaciones. El Hospital fue inaugurado en 1686. En este hospital, las bóvedas están pintadas por Teodoro Ardemans y Tomás García, realizadas en 1683. Además tiene una buena colección de obras artísticas, destacando las situadas en la escalera de doble rampa que converge en el rellano principal. Destacamos un gran lienzo de Van Dyck que representa
la mujer adúltera, procedente del Escorial, dos pinturas de Carreño de Miranda:
la Anunciación y
los Desposorios de Santa Catalina con Cristo, de lo mejor de la escuela barroca madrileña y otras obras de López de Zárate, Francisco Dieussart, Sánchez Cotán y Antonio Pereda.
la escalera de doble rampa del hospital de la Venerable Orden Tercera
La Capilla del Hospital que nos ocupa hoy, se inició en 1693 según los planos del propio Teodoro Ardemans (aunque esto no se puede confirmar) y siguiendo el proyecto de José Arroyo, que fueron continuados por Felipe Sánchez. La iglesia se consagró en 1699.
La fachada cóncava, se organiza en un rectángulo al que se abre la puerta con arco de medio punto, ventana adintelada y encima el escudo de la Orden entre dos óculos, se remata por un ático mixtilíneo con otro óculo en el centro. Se enmarca por dos machones rectocóncavos que junto al ático, dan al conjunto un aspecto movido.
fachada de la iglesia, junto a ella, la entrada barroca que da acceso al Hospital
La iglesia consta de una nave dividida por pilastras con capitel dórico, entablamento y cornisa un tanto volada, ventanas termales y bóveda de cañón con lunetos, siguiendo el esquema del barroco español.
interior de la iglesia con una sola nave
los altares laterales están adornados con retablos barrocos que cobijan lienzos
Sobre el crucero, una cúpula con tambor descansa sobre pechinas, que están decoradas con escudos de la Orden franciscana. En el interior de la cúpula, que está dividida en ocho segmentos con nervaturas, hay cuatro óculos de penetración aovada.
cúpula sobre pechinas decoradas con escudos de la Orden franciscana
El retablo mayor, es de estilo neoclásico y lo realizó a finales del siglo XVIII, Patricio Rodríguez, siguiendo el proyecto del discípulo de Ventura Rodríguez, Francisco Sánchez.
retablo mayor neoclásico, obra de Patricio Rodríguez en el siglo XVIII, según el proyecto de Francisco Sánchez, discípulo de Ventura Rodríguez
En el ático del retablo dos ángeles recostados, atribuidos a José Ginés, escultura que según muchos entendidos, es lo mejor de la capilla.
Cobijada en una hornacina del retablo, se encuentra la imagen de la Virgen Inmaculada, obra de 1867, del escultor madrileño Salvador Páramo y López (1828-1890). A los lados, un San Francisco de Asís y un San Antonio de Padua, dos tallas del siglo XVIII, de la producción Julián de San Martín. Encima de estas dos tallas, unos medallones dorados con los relieves de las Lágrimas de San Pedro y la figura de San Pablo.
La última vez que había entrada a esta iglesia, estaba bastante oscurecida por el tiempo, ahora, que de nuevo he vuelto a verla, puedo decir que se encuentra en un estado muy satisfactorio, todo restaurado y luciendo en todo su esplendor el barroco madrileño.
imagen de la Inmaculada Concepción, de principios del siglo XIX, obra de Salvador Páramo López
Cristo crucificado en el lado de la Epístola, obra de Juan López en el 1782
lienzo de la Inmaculada Concepción, obra del pintor madrileño del siglo XVII, Antonio de Pereda. Es una de las joyas de este edificio, en el que se nota la influencia de Rubens
vista del edificio desde la Gran Vía de San Francisco
10 comentarios:
Hola Bélok, te felicito por el reportaje, me ha encantado. Soy una de esas raras personas que conocen esa iglesia ;-) aunque cuando pude verla casi no había luz me pareció preciosa. Hace dos o tres años, así que supongo aún no había sido restaurada. Recuerdo las escaleras del hospital, el patio... un lugar realmente bonito, y tus fotos le hacen justicia, como siempre.
Muy buena descripción.hoy la he visto y si cumplo las caracteristicas de:madrileña de pura cepa, nacida en el barrio y que ..Nunca había entrado pero..¡¡nunca es tarde ¡¡¡
yo estube ingresado en el hospital,precisamente se casaba paquirri en esa capilla cuando yo ingrese ..
Yo nací en este Hospital... es una preciosidad y me encanta presumir de ello.... una joya.
Pues fíjate, no conocía a nadie que hubiera nacido allí. Nunca es tarde si la dicha es buena, jejeje
operan a mi madre de cadera alguien me puede decir algo sobre este hospital y su equipo de traumatologos?. gracias.
Hola. La escultura de Salvador Páramo y López (mi tatarabuelo) es del año 1867 según consta en la documentación existente y en la reseña de Juan de la Mata Carriazo de 1927.
Salvador Páramo nació en Madrid en 1828 y murió hace 125 años (25 de abril de 1890).
Espero que te sirva para refrescar la información.
Muchas gracias por la información de Salvador Páramo. Actualizo el post.
Yo lo conocía hace unos años y me hago las analiticas, pruebas...tiene un encanto especial y me parece una preciosidad, aunque no vivo en la zona, sigo fiel porque me gusta mucho.
Muy interesante, y especialmente bonitas las esculturas de los ángeles de José Ginés,nacido en Polop, desde donde vengo para visitar la capilla expresamente.Recomiendo su Venus del museo del Prado.Una joya.Amparo
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