El edificio nació por la construcción de la Gran Vía madrileña. En este lugar, la esquina que hoy forma las calles Gran Vía y Alcalá, se encontraba la que popularmente se llamaba "la casa del ataúd", por la forma estrecha que tenía y allí construiría su nueva edificación una empresa de seguros.
La Casa del Ataúd, donde se levantaría el edificio Metrópolis
El edificio era propiedad de la compañía de seguros La Unión y el Fénix Español y a consecuencia del nuevo trazado y construcción de la Gran Vía, se demolió y junto al solar de otras seis casas, se levantaría el futuro y precioso edificio. Se convocó un concurso internacional en el que estaba el plazo abierto para arquitectos españoles y franceses, siendo ganadores los franceses Julés y Raymond Février, aunque fue Luis Estéve un arquitecto español el que llevó a cabo la obra. El nuevo edificio en estilo francés, unos dicen que ecléctico, otros que segundo bajo imperio y yo siempre lo he visto como modernista, hace un chaflán semicircular y en su fachada adornan once grupos escultóricos, sobresaliendo al pié de la cúpula uno de Mariano Benlliure. Unas enormes columnas de la altura de dos pisos sujetan otro grupo escultórico de estatuas alegóricas que representan el Comercio, la Agricultura, la Industria y la Minería, todas ellas de los escultores Saint Marceaux y L. Lambert.
Grupo de esculturas alegóricas sustentadas por las columnas de la fachada
El edificio se encuentra coronado por una cúpula de pizarra con ornamentos dorados y en la cúspide una estatua que representa una Victoria alada. Originalmente se encontraba una estatua de bronce que representaba el ave fénix y un hombre sentado en una de las alas con el brazo en alto representando a Ganímedes, pero en la década de los setenta, el edificio pasa a manos de otra aseguradora "Metrópolis", que sigue siendo su actual propietaria y que puso encima de la cúpula una Victoria Alada de Federico Caullaut, una vez que la antigua propietaria optara por llevarse su símbolo a un edificio de la Castellana, en un acto que no estuvo exento de polémica. En ese edificio de la Castellana, donde tiene la Unión y el Fénix su sede, descansa hoy en el jardín la estatua original, siendo una réplica la que emerge encima del edificio actual. Pero volvamos a la esquina de Alcalá y Gran Vía y veamos las dos estatuas simbólicas...
Edificio Metrópolis con el antiguo símbolo en su cúpula, el ave Fénix y un humano sentado en una de las alas con un brazo extendido, representando a Ganímedes, foto de 1910
Símbolo actual que representa a una Victoria alada, por el escultor Federico Caullaut
El bello edificio de Metrópolis ha sufrido varias restauraciones de conservación, ya que el sitio donde se encuentra, tiene al edificio sometido a la contaminación ambiental y a las palomas. Desde que Metrópolis se hizo cargo del edificio, se han realizado cinco reformas y se ha añadido una iluminación nocturna que tiene fama de ser una de las mejores de toda la ciudad, en donde 205 focos, proyectan cada parte emblemática del edificio, haciendo de esta esquina, un auténtico espectáculo de la zona.
Victoria alada, obra de Federico Caullaut, con la iluminación nocturna
Vista del edificio con la iluminación nocturna
Es un edificio que a mí me recuerda muchísimo a la Casa Gayarre en la Plaza España, aunque la gran ornamentación de la cúpula junto al símbolo que la culmina, hace que sea mucho más majestuoso y grandioso que el otro, pero que si no fuera por las columnas de la fachada, yo creo que no tendría ninguna duda en decir que es modernista, aunque ya hemos comentado que el estilo es imperio francés, muy extendido en la época en que se construyó. Es casi imposible pasar por los alrededores del edificio sin ver a varias personas haciendo fotos, ya que es una de las fachadas más fotografiadas de Madrid. La base del edificio es más austera, en ella se encontraba el Café Dólar y en la actualidad el café ha sido reemplazado por un banco.
A mí, sinceramente me gustaba mucho más como quedaba la estatua simbólica de la Unión y el Fénix que la actual, pero creo que la aseguradora Metrópolis, sabiendo la importancia que tenía ya el símbolo de bronce que coronaba esa esquina, supo reemplazar perfectamente el vacío que dejaba, por otra estatua que hace su función a la perfección. De hecho, hay mucha gente que de no saberlo, ni lo hubiera notado, al fin y al cabo... las dos tienen alas, y mirando desde abajo, cualquier pájaro con alas vuela.
Justo al lado nos encontramos con el número 1 de la Gran Vía, el edificio Grassy, del que hablaremos próximamente.
Victoria alada, vista nocturna
9 comentarios:
Uno de lo edificios que más me gustan de la ciudad.
Fernando VI
Adoro tu blog,uno de los mejores (si no el mejor) de los que tratan de la Villa y Corte. Estoy aprendiendo mucho con él. :)
He vivido siempre muy cerca del edificio Metrópolis y nunca me había parado a pensar en su origen. Es una pena que siempre tu ciudad es la que menos conoces. Muchas gracia por acercarla un poquito mas.
Eso suele pasar siempre. No se porqué extraño motivo, cuando vamos a alguna ciudad visitamos todo y sin embargo nos pasamos la vida sin conocer la nuestra.
Se repite siempre (todo el mundo) que uno de los escultores de la fachada es un tal L. Lambert, pero no existe ningún escultor de ese nombre. ¿Puedes aportar algo al respecto?
Los datos que nos llegan siempre han sido de un tal L. Lambert, que muchos piensan que podría tratarse realmente del famoso escultor modernista catalán, Lambert Escaler I Milá, aunque no tenemos suficientes datos para asegurar que participara en la obra de este edificio. En cientos de edificios de Madrid ocurre lo mismo. Tenemos los datos que nos ha llegado de sus constructores y escultores, que no dejan de ser nombres que alguien escribió como tales y que a la larga se van averiguando que no tienen nada que ver o que están equivocados. Con el tiempo sabremos los verdaderos nombres de algunos errores que han perdurado con el tiempo y otros no los sabremos nunca.
Las esculturas del chaflán no son como dices de Saint-Marceaux ni del inexistente L.Lambert. Tres están confirmadas que son de Paul Landowsky.
Bien, Roncalis, muchas gracias por el dato. Tomo nota.
Publicar un comentario